Cruce de declaraciones entre la patronal y los cargadores a propósito de la convocatoria de huelga
CETM, la patronal del transporte por carretera acusaba ayer en un comunicado enlazado con la convocatoria por parte del Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC) del paro del sector en diciembre, del silencio de los cargadores, insistiendo en la reivindicación de las “condiciones denigrantes a las que someten a los conductores profesionales, es uno de los principales motivos por los que el sector pretende movilizarse”.
Añaden desde la patronal que dada la condición de atomización del sector y la limitada capacidad negociadora de la mayoría de las empresas, “los cargadores se benefician de esa posición de dominio y obliguen a cargar y descargar las mercancías, una labor que no le corresponde al conductor, y que debería correr a cargo de personal especializado”.
Para CETM “el trato que reciben los profesionales del transporte es humillante en la gran mayoría de ocasiones, teniendo que soportar largas horas de espera, sin que les permitan el acceso a los aseos o les obliguen a permanecer en `jaulas de seguridad´ como si de un animal se tratara.
Y si bien el colectivo patronal del transporte por carretera reconoce que solo la Asociación de Cargadores de España (ACE) se ha pronunciado sobre la convocatoria del CNTC durante la celebración su Asamblea General (el pasado 15 de noviembre), acusa al colectivo cargador de “no reconocer los errores” y no “abogar por una posición más conciliadora”, pues su presidente Carlos Castán –siempre según CETM- “ha advertido del agravio que puede suponer el paro para los consumidores y ha actuado como si el problema no fuera con ellos”.
Finalmente CETM señala que “ACE simplemente ha mencionado que han de mejorar las condiciones de los conductores, por el mero hecho de que la organización ha firmado el manifiesto internacional liderado por la IRU que aboga por mejorar el trato de los profesionales del transporte a través de la denominada Carta del conductor”.
Respuesta de ACE
Desde Cuadernos de Logística hemos querido saber la opinión de ACE sobre la nota de CETM. Su secretaria general, Nuria Lacaci, en declaraciones exclusivas a nuestro medio, muestra el compromiso de ese sector por la mejora de las condiciones de los conductores “que no sea solo la firma de un documento sino asumir compromisos serios”.
En respuesta directa, Lacaci nos dice rotunda que el problema de los conductores “desde luego que sí va con nosotros, pero nos han dejado al margen de la solución al estar apartados de la mesa negociadora”. Y concluye: “creemos que hay que trabajar, profundizar, crear estándares para los conductores y vigilar por su cumplimiento”.
Por eso nos añade, “los miembros de ACE nos obligamos a:
– Planificar la gestión de muelles y la asignación de franjas horarias minimizando los tiempos de carga y descarga y facilitando la integración de dichos tiempos en la jornada del conductor, teniendo en cuenta las limitaciones de tacógrafo.
– Poner a disposición de los transportistas aseos y zonas de descanso debidamente equipadas, para asegurar su bienestar durante su estancia en nuestros centros.
– Garantizar la seguridad de los conductores en las instalaciones, proporcionando áreas apropiadas bien iluminadas, zonas peatonales y de espera claramente identificadas y suficiente espacio para que los vehículos puedan maniobrar.
– En aras de la eficiencia de las operaciones de recogida, entrega y transporte, mantener una cooperación activa, compartiendo con el conductor información puntual y actualizada sobre el estado del envío, así como de cualquier cambio que pueda afectar a la operativa.
– Siempre que sea posible y por acuerdo entre las partes, proporcionar plazos flexibles de recogida y entrega, teniendo en cuenta factores externos que puedan influir en las operaciones”.
Finalmente, cabe señalar que en la nota resumen de la Asamblea General de ACE, se expresaba en efecto la postura de los cargadores sobre el paro patronal convocado por el Comité Nacional de Transporte por Carretera, indicando “el impacto negativo que produciría si se lleva a término, y que repercutirá directamente en el consumidor en unas fechas tan señaladas”.
