‘Estaba atrapada’. Las palabras de una joven de 19 años, presuntamente violada en uno de los barcos de Maersk en 2019, han hecho saltar las alarmas del transporte marítimo. La víctima, que dio a conocer los hechos anónimamente a través de Maritime Legal Aid & Advocacy, apunta que no se trata de un caso aislado en la industria, ya que “cada una de las 50 mujeres de mi clase han sido acosadas sexualmente, agredidas o degradas en algún momento durante los años de formación”.
“Conozco al menos a 5 mujeres que fueron violadas durante el Año Marino – programa obligatorio cuando los estudiantes quieren trabajar en embarcaciones comerciales – y yo soy una de ellas”, explicaba la joven.
La denuncia anónima ha llevado al gigante del transporte marítimo a suspender a cinco oficiales y tripulantes, a la espera de una investigación que arroje luz sobre los hechos que acontecieron en la nave.
Nuevas pesquisas
La posición adoptada por la compañía ha impulsado nuevas investigaciones por parte de las autoridades de Estados Unidos, lugar de origen de la presunta víctima, con el fin de profundizar en el resto de los casos mencionados en su publicación.
Ello se produce cinco años después de que el mismo programa en el que se encontraba la joven pusiera bajo escrutinio las asociaciones de la USMMA con las compañías navieras. Ya en 2016, el Año Marino fue suspendido temporalmente en medio de informes de agresión y acoso sexual a mujeres.
Se restableció al año siguiente, después de que la escuela y el gobierno federal promocionaran nuevas reglas para el programa y una política de tolerancia cero para la agresión y el acoso sexual. El gobierno federal dijo el año pasado que los informes de agresiones sexuales a estudiantes de la academia habían disminuido, aunque hubo nueve denuncias de agresiones sexuales durante este tiempo, así como dos denuncias de acoso sexual y un informe de represalias.
Una mirada crítica
Respecto a la presunta violación que atañe a Maersk, la naviera ha emitido una declaración asegurando estar “profundamente perturbados por la acusación” y queriendo expresar “nuestro más sincero apoyo a la mujer anónima que ha compartido su historia”.
La compañía danesa agregó que su prioridad es hacer de los lugares de trabajo, incluidos los barcos, sitios seguros y acogedores. Para ello, aclaran, cuentan con políticas estrictas y explícitas, aunque “ahora examinaremos todos los procesos con ojos más críticos para comprender como se puede mejorar”.
“Nuestra primera prioridad es averiguar qué sucedió y asegurarnos de que se tomen medidas. Todos los elementos de esta historia van en contra de nuestros valores y todo aquello en lo que creemos como empresa”, concluyen.
