La alta demanda de bienes por parte de los consumidores y los fabricantes, ávidos de suministros, han llevado al sector mundial de la carga aérea a volar con aviones a casi el 90 por ciento de su capacidad. Las naves repletas comienzan a suponer un desafío a pocas semanas del inicio de la temporada alta, donde se espera un aumento del tráfico de productos electrónicos, artículos del hogar y moda.
Los puntos de tensión incluyen el desbordamiento de artículos en los almacenes de carga de los aeropuertos, en instalaciones externas y el agravamiento de la escasez de personal para clasificar, cargar y descargar los aviones, expone The Wall Street Journal.
En este sentido, las aerolíneas han respondido no solo ampliando los vuelos de carga más allá de las principales puertas de entrada a las ciudades, si no volviendo a habilitar las cabinas de pasajeros para el transporte de mercancías.
Del mar al aire
Tal es la situación que algunos de los materiales tradicionalmente transportados por mar se han pasado a la modalidad aérea. Es el caso, por ejemplo, de los neumáticos, que en ocasiones llegan a ocupar los asientos de primera clase debido a que “toda la cadena de suministro parece estar llena”, comenta la Autoridad Aeroporturia de Columbus, Estados Unidos.
El transporte aéreo de carga es la última opción para que muchos fabricantes y minoristas trasladen sus productos a través de una cadena de suministro global que ya se ha visto obstaculizada por el cierre de los puertos chinos a causa de la pandemia y la escasez generalizada de mano de obra.