En caso de ser reclutado para cubrir la escasez de más de 70.000 conductores de vehículos en Reino Unido, el personal militar “no tendría ni idea”. Ante la petición del director ejecutivo de la Federación de Distribuidores Mayoristas, James Bielby – que instó la semana pasada al gobierno a poner los camiones del ejército a disposición para garantizar la distribución de alimentos -, la institución parece no ver en ello una solución rápida.
“Los conductores militares, el ejército, la marina o la fuerza aérea no tendrían ni idea, sin entrenamiento, de cómo afrontar esta situación”, apuntaba un ex oficial de suministros de la Royal Navy.
“Lo que conducen son cosas simples, no los vehículos que usan los conductores comerciales”, aclara. Por ello, aunque se pusiera a disposición personal adicional, “aún se necesitaría entrenamiento”, sumando a ello que “sus camiones no servirían de nada”.
En Reino Unido, si bien los conductores de vehículos pesados militares y civiles tienen los mismos permisos, los conductores de defensa generalmente conducen vehículos de eje rígido en lugar de los camiones articulados típicos de los conductores civiles.
Un mal común
La escasez de conductores no es exclusiva del país vecino. Así, el monitor del mercado de transporte de Transporeon observa una disminución de la capacidad del 11,3 por ciento en Europa entre abril y mayo. Sin embargo, el Brexit hizo que el Reino Unido sintiera la presión de manera más aguda, con muchos conductores europeos que se negaban a prestar servicio al país.
Para el exoficial, la idea de generar “una respuesta fácil” ante la escasez está olvidando también un factor importante.
“Muy a menudo, como parte de su programa de reasentamiento, el personal militar se capacitaba como conductores de camiones y esto proporcionaba muchos conductores de vehículos pesados para el Reino Unido”, dijo. “Pero con la reducción del número de militares, también estamos viendo una reducción en el número de conductores con antecedentes de ex personal de servicio”.
En los cinco años a partir de 2010, el personal del ejército británico a tiempo completo se redujo de 102.000 a 82.000, y el gobierno anunció planes este año para eliminar a otros 10.000 de las filas.
