La Unión Europea está finalizando una legislación de emergencia que le otorgará amplios poderes para paralizar las exportaciones, durante las próximas seis semanas, de las dosis fabricadas en el bloque. Una fuerte escalada en su respuesta ante la escasez de suministro entre los países miembros que, previsiblemente, interrumpirá el suministro a terceros como Gran Bretaña.
El proyecto de ley, que se hará público el día de hoy, impone nuevas reglas que suponen más barreras para las compañías farmacéuticas que fabrican dentro de la Unión Europea y quieren exportar los viales fuera de la misma.
La comunidad, que ha estado principalmente en desacuerdo con AstraZeneca desde que cortó drásticamente su suministro al bloque, citando problemas de producción en enero, pone ahora en el foco sobre esta compañía. Sin embargo, la legislación, que podría bloquear la exportación de millones de dosis desde los puertos de la Unión Europea, también podría afectar a las vacunas de Pfizer y Moderna.
Gran Bretaña es, con mucho, el mayor benefactor de las exportaciones de la UE y será el que más perderá con estas reglas, pero también podrían aplicarse para frenar las exportaciones a otros países como Canadá, por ejemplo, el segundo mayor receptor de vacunas fabricadas en la UE, así como Israel, que recibe dosis del bloque, pero está muy avanzado en su campaña de vacunación y por lo tanto se considera menos necesitado.
Un nuevo paso en el mecanismo de control
Este mes, la UE utilizó un mecanismo de control de exportaciones, establecido a fines de enero, para bloquear un envío de la vacuna AstraZeneca a Australia.
Ese mecanismo se puede activar solo si las empresas no cumplen con los objetivos de entrega trimestrales contratados. El bloqueo siguió al anuncio de AstraZeneca de fuertes recortes en las entregas del primer trimestre a la UE.
Con las enmiendas que se adoptarán el miércoles, la UE podrá bloquear las exportaciones de las empresas que respeten sus contratos trimestrales, pero retrasen los suministros hasta el final del período.
