Un año después de la declaración del Estado de Alarma en España, el 85 por ciento de las principales empresas internacionales de transporte de mercancías por carretera del país se ha visto afectado por positivos en test de detección del COVID-19 o por bajas derivadas de la enfermedad en una media del 5 por ciento de sus conductores.
Los últimos resultados de la encuesta realizada por ASTIC a sus empresas afiliadas resaltan así por qué el 90 por ciento de las compañías del sector sondeadas considera que los conductores profesionales, a la par que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y de los profesionales sanitarios, deben figurar entre los grupos preferentes del plan nacional de vacunación, “al realizar una labor esencial para la ciudadanía y el tejido económico del país.
“No nos podemos permitir como sociedad dejar de contar con la labor de nuestros conductores”, apunta Ramón Valdivia, director general de ASTIC, “de modo análogo a como necesitamos el pleno funcionamiento del personal sanitario o de las fuerzas de seguridad”.
La cuenta del primer año de pandemia en el transporte
Asimismo, el informe refleja una caída del transporte internacional de mercancías por carretera de entre el 8 y el 12 por ciento, en función de la especialidad. ASTIC apunta a un especial impacto en las rutas comerciales con Reino Unido debido al Brexit, con una caída del 30 por ciento en enero.
Las pérdidas globales de la facturación en el sector en España superaron los 5.000 millones de euros, un 17 por ciento del volumen del negocio, en el año fiscal 2020.