Ante la complejidad del contexto que nos rodea, son muchas las cuestiones que llegan a la cabeza de empresarios y ciudadanos. ¿Qué sucederá una vez superemos la crisis sanitaria? ¿Volveremos a los niveles de actividad normal? ¿Qué cambios debemos implementar?
Generix Group ha querido dar respuesta a esta y otras cuestiones a través de la mesa redonda “El escenario post-COVID19 en la supply chain”. En ella, expertos como Juan José Montiel, consultor independiente en logística y profesor en la EAE Business School; Manuel Yagüe, director ejecutivo de Digital Operations en Everis; Roberto Rodríguez, director de logística en CAPSA FOOD y Philippe Ducellier, CEO de Generix, han tratado de dibujar un boceto sobre el futuro del sector. Como moderador ha actuado Ricardo J. Hernández, director de Cuadernos de Logística.
El objetivo de esta convocatoria on-line a la que han asistido 150 profesionales a través de una plataforma web de videoconferencia, era dar visibilidad a las cadenas de suministro y saber cómo se están comportando en este momento histórico. Pero además, vislumbrar cómo será ese escenario post-pandemia: qué va a ser igual y qué diferente, dónde van a estar las oportunidades, que riesgos se deben prever o cuál va a ser el papel del comercio electrónico.
Una de las primeras conclusiones extraídas, y expuestas en primer lugar por Juan José Montiel, ha sido la “debilidad de las cadenas”. Como afirma el consultor, las cadenas fueron definidas en un entorno estable, pero en general “y con una respuesta ejemplar” han sido capaces de adaptarse ante un escenario como el actual, donde el impacto ha sido dispar, tanto en función del sector como de la complejidad de la cadena de suministro.
Con respecto a este último factor, Montiel reflexionó: “Hemos pasado de un mundo interconectado a un mundo en el cual se ha producido un cierre global de fronteras”. Sólo con grandes dosis de conocimiento se han podido reactivar, aunque parcialmente, siendo las cadenas de suministro locales las que han sufrido menos, ya que su capacidad de reacción ha sido superior.
Coincidiendo con la percepción de Montiel, Yagüe reafirmó la desigualdad del impacto, asegurando que, tras un primer desbordamiento, la cadena de suministro se ha vuelto a estabilizar gracias a las apps, con un importante grado de resiliencia en gran consumo y retail, incremento de flujos, focalización en referencias de mayor tirada y de necesidad básica frente a diversidad de referencias y el uso de entregas sin contacto del ecommerce.
Visibilidad y contingencia: las llaves maestras
“Estábamos en un escenario de alto riesgo sin saberlo”, explicó Ducellier en su intervención. Según el directivo de Generix, que habló de tres fases en la pandemia (antes, durante y después) con problemáticas marcadas de abastecimiento, consumo y producción nacional y exportación, habíamos “recibido señales que no hemos querido ver”, como el SARS en 2003 o la crisis del ébola. Aún así, y teniendo el ejemplo de la actuación de otras naciones ante la pandemia, no solo los gobiernos, “las compañías tampoco han sabido tomar cartas en el asunto”.
“La base de este nuevo escenario es que nos hemos descubierto vulnerables. Nos considerábamos imbatibles”, reflexionó Montiel. A raíz de ello, muchas empresas españolas van a verse forzadas a lanzar planes de contingencia, planteándose no sólo canales alternativos para el aprovisionamiento, sino medidas para reforzar la visibilidad de la labor logística.
“Es muy bonito abrir un telediario con lineales de supermercados vacíos, pero no es la realidad”. Juan José utilizó esta afirmación para hacer hincapié en la escasa capacidad de la logística para visibilizar su labor. Mientras que la gente temía el desabastecimiento, el tamaño de la compra se mutiplicaba entre 2,5 y 3 y, aun así, la cadena de suministro ha soportado la presión.
¿Qué necesita el escenario del mañana para asegurar la cadena?
“Al final la pregunta es qué necesitas para tener y mantener la flexibilidad”, respondió Roberto Rodríguez ante el debate planteado por el moderador. Solo así se es capaz de responder a todos los cambios que se están produciendo. Y son necesarias tres cosas: información, conocimiento y desempeño. “Sólo la suma de estos tres factores se traducirá en resultados”, según Rodríguez, cuya responsabilidad durante las primeras semanas de confinamiento ha sido la de responder a una demanda que ha crecido un 300 por 100, si bien irregular y focalizada en canales como el tradicional, mientras cesaba la actividad en el canal Horeca, demanda que “ahora se va moderando”.
Por su parte el canal de comercio electrónico se ha visto favorecido por el confinamiento, dijo Montiel, sobre todo por la respuesta de los operadores del sector, que han dado confianza al consumidor y seguridad en esta forma de compra y entrega, por lo que –vaticino- “el incremento en este canal ha venido para quedarse”.
Personas y mercado interior
Tanto Roberto Rodríguez como Philippe Ducellier enfatizaron la importancia de las personas, no sólo la de los sistemas o las herramientas, que pueden proveer de información. Hay que enfocarse también en las personas “porque son las que van a sacarnos de esto”, dijo Rodríguez.
Por otro lado, los cuatro contertulios coincidieron en afirmar que a partir de ahora se mirará más al mercado interior y sus proveedores, tanto por favorecer la economía doméstica como por la seguridad que puede dar no depender de mercados externos y lejanos.
Principales conclusiones
En las conclusiones, los cuatro ponentes resumieron en otros tantos puntos las modificaciones a las que se tiene que ver sometida la cadena de suministro para adaptarse al escenario que la crisis sanitaria dejará en el sector:
- Análisis de riesgos. Hemos estado en una zona de confort que no existía y debemos plantearnos cómo actuar ante situaciones improvistas.
- Aumentar la capacidad de reacción. La flexibilidad ya no es una opción es una necesidad, para lo cual la digitalización resulta imprescindible.
- Visibilidad con proveedores y clientes. Sólo de esta forma se sabrá qué papel juega cada operador en la cadena de suministro.
- Colaboración. Ahora mismo, y en un futuro cercano, no se trata de realizar una competencia feroz, sino de asegurar los flujos y la estabilidad.