Se estima que el 87 por 100 de la población aún sigue usando el papel en su día a día, además, sin someterlo a un proceso de reciclaje correcto.
La Confederación Española de Transporte de Mercancías asegura que las empresas de transporte de mercancías, que siguen conviviendo con la etiqueta de “contaminantes”, están realizando una labor indiscutible en la lucha contra el cambio climático, no solo renovando sus flotas por otras más eficientes o utilizando sistemas de gestión para usar menos combustible, sino también cambiando sus procesos internos mediante la digitalización.
Se calcula que en España se emiten 120 millones de cartas de porte y 70 millones de CMRs. Los transportistas las tienen que llevar encima, un proceso que en muchas ocasiones provoca pérdidas de la documentación pero que, además, supone un enorme gasto enpapel.
La Confederación Española de Transporte de Mercancías se embarcó en un proyecto que se lleva a cabo en otros 22 países europeos, el eCMR digital, que de la mano de TransFollow, libera a los transportistas de tener que llevar la documentación en sus vehículos, agiliza las relaciones con los cargadores y el cliente final y, además, evita un gasto de papel innecesario.
La aplicación permite que solo se pague por los eCMR que se realizan, es decir, no supone ningún gasto adicional, ya que la carta de porte electrónica es única e intransferible y el transportista lo certifica con el cargador a través de uncódigo QR. Por tanto, se controla la carga, desde que sale hasta que llega a su destino, y se ahorra tiempo ycostes.
Sin embargo, a pesar de las numerosas ventajas, los transportistas se están encontrando con muchas trabas a la hora de poder utilizar este sistema, la principal, “la poca o en muchos casos inexistente voluntad, por parte de los cargadores a usarlo”, aseguran desde la CETM.
Por ello, desde la CETM invitan a todos los cargadores y usuarios del transporte de mercancías a que se unan a “nuestro trabajo, en una apuesta común por subirnos a la digitalización de la cadena de transporte y colaborar de esta forma a la sostenibilidad en la triple vertiente medioambiental, económica y social por la que está luchando la UE y el resto de los países adheridos al Acuerdo de París”.