Mientras los españoles se dedican a terminar sus últimas compras y preparar los retoques finales de cara a la Navidad, los datos recabados por el proveedor de packaging sostenible, DS Smith, revelan una causa de pérdida de tiempo: el packaging provoca frustración incluso entre los ciudadanos más pacientes.
El estudio revela que los españoles dedican un total de 7 horas al año a intentar abrir paquetes excesivos y demasiado complicados. Casi la mitad de los encuestados, el 47 por 100 asegura haber acabado dañando o rompiendo el propio producto.
Tan solo en el día de Navidad, cada español invertirá 18 minutos peleando con paquetes de tipo blíster, bregando con bridas, y combatiendo paquetes excesivamente embalados. Hasta un sexto de la población pasará más de media hora frustrada por el empaquetado, según el informe.
Aunque las personas mayores sufren un deterioro de la fuerza con la que pueden abrir paquetes, es la Generación Z la que se ve más afectada por esta cuestión. Casi un 87 por 100 de los jóvenes con edades comprendidas entre los 18 y 24 años solicita ayuda al abrir o recoger un artículo embalado, más que cualquier otra generación. También se trata de la población más propensa a dejar de comprar una marca (69 por 100) o visitar una tienda online (47 por 100) a causa de un packaging frustrante.
Los hombres tienen mayor tendencia a perder el tiempo forcejeando, ya que optan por seguir intentándolo durante un minuto más que las mujeres antes de pedir ayuda. Requerir dicha asistencia ha hecho sentir vergüenza a 7 de cada 10.
La preocupante consecuencia de empaquetar productos de manera irreflexiva es que las personas se están causando daños reales: más de la mitad de los españoles (55 por 100) asegura haberse lastimado intentando abrir un paquete.
Conflicto navideño
Este problema también genera disputas durante las fiestas navideñas. Más de la mitad de los españoles (52 por 100) admite haber discutido con sus seres queridos a causa de paquetes difíciles de abrir: casi dos tercios (67 por 100) han reñido con su pareja y casi tres de cada 10 (27 por 100) se han enfadado con los niños. Sobre el tipo de embalaje navideño, el empaquetado de los juguetes es uno de los que suele causar más problemas para abrir o retirar (44 por 100).
De hecho, se podría decir que en una época que debería acercar a las personas, estas frustraciones están separando a las familias. Siete de cada 10 admite haber tenido que pedir ayuda a terceros para comprar, abrir o recoger artículos en Navidad u otros eventos sociales a causa del empaquetado frustrante. De ellos, un 48 por 100 asegura que esto les hizo sentirse excluidos o menos partícipes de la ocasión.
El coste del empaquetado problemático
Esta cuestión no tiene un coste únicamente emocional, sino también económico, dado que el packaging dificultoso desalienta a los consumidores a la hora de adquirir ciertas marcas o comprar en algunas tiendas online.
Tanto es así, que el 32 por 100 de los españoles admite que el empaquetado frustrante les ha llevado a no volver a comprar la misma marca y un tercio (32 por 100) asegura no haber adquirido un producto online debido a la preocupación por la dificultad para abrirlo. El coste medio de cada una de estas ventas perdidas alcanza los 65 euros.
Esta cifra ni siquiera tiene en cuenta al 30 por 100 de consumidores que se consideraría más propenso a volver a comprar la misma marca si hubiera obtenido artículos con empaquetado más sencillo de abrir.