La compañía de moda, Mango, ha invertido en su nuevo centro logístico en en Lliçà d’Amunt (Barcelona) más de 230 millones de euros. El objetivo de la empresa es dar respuesta de una forma más rápida y eficiente a las necesidades de sus clientes.
Estas instalaciones cuentan con una superficie de 190.000 m2, y se gestionan más de 75.000 prendas por hora para abastecer a más de 2.100 tiendas que la firma posee en más de cien países en todo el mundo. En este centro logístico trabajan alrededor de 600 empleados.
Este proyecto se enmarca en la estrategia de crecimiento de Mango, ya que, con esta inversión, consigue triplicar la capacidad que tenía anteriormente entre los diferentes centros en los que operaba.
Una de las ventajas que posiciona a este centro de distribución es su versatilidad a la hora de adaptar los pedidos a clientes y tamaños, dependiendo si se trata de tiendas, franquicias o pedidos online.
La compañía orienta su estrategia de crecimiento en el comercio online, ya que por este canal alcanzaron el 20 por 100 de la facturación total y prevén que a finales del año que viene suponga un 30 por 100 del total de su facturación.
Para 2023 está previsto que quede finalizada la segunda fase de construcción del centro logístico, que sumará 90.000 m2 adicionales de superficie. Esta ampliación, que ya estaba proyectada desde el momento en que se diseñó el hub, supondrá una inversión de aproximadamente 35 millones de euros.
La finalidad de la ampliación es doble: por un lado, permitirá al centro poder seguir asumiendo el crecimiento de la logística de e-commerce (pudiendo enviar pedidos directamente al cliente final) y por otro, dotará de mayor capacidad y agilidad a la zona de expediciones.