A partir del 1 de julio quedará paralizado Madrid Central, la zona de bajas emisiones del centro de la capital.
José Luis Martínez-Almeida (PP), el nuevo alcalde de la capital afirma rotundamente que “Madrid Central tiene que dejar de existir”. Una de las medidas que defiende desde que comenzó su campaña electoral, y ahora, tras las elecciones del 26 de mayo proclamándose vencedor.
Ayer se conocía la noticia que iba augurando cual sería el final de Madrid Central, al menos por ahora. El nuevo alcalde anunció una moratoria a las multas por entrar en la zona de la almendra central a partir del mes que viene. El, a partir del 1 de julio de 2019 se deroga el proyecto madrileño que el gobierno de Manuela Carmena propuso a finales del año pasado, y que comenzó a funcionar el 30 de noviembre. Sin embargo, el nuevo Gobierno matiza que se trata de un parón temporal, con la posibilidad de que se reactive en un futuro.
Desde el momento en el que Carmena aprobó este proyecto contra la polución, PP y Ciudadanos se posicionan en contra, hablando de “caos”, “ineficacia” y “desastre”. Tras las elecciones, PP y Vox defienden el fin de Madrid Central, mientras Ciudadanos se decanta por “no revertir por completo Madrid Central” según palabras de la nueva vicealcaldesa madrileña, Begoña Villacís (Cs).
La Comisión Europea, pendiente de la decisión del nuevo Gobierno
Después de casi diez años superando los límites que fija la normativa europea contra la contaminación, Madrid Central era clave para que España no fuera denunciada por la Comisión Europea ante el Tribunal de Justicia de la UE. Una medida para dejar de ser un blanco fácil para la Comisión Europea. Sin embargo, el expediente no se archivó y España continúa siendo un país europeo al que no se pierde de vista. Según fuentes comunitarias, se vigila el cumplimiento de la normativa de calidad de aire, tanto en Madrid como en Barcelona además de la evolución de las medidas que tomará el nuevo Gobierno.
Es importante destacar la dureza de la Comisión Europea por el incumplimiento de la directiva el año pasado, al llevar ante el Tribunal de Justicia a seis países que no toman las medidas necesarias. Entre ellos estaban Alemania, Francia, Italia y Reino Unido. Almeida aclara que “la UE no exige Madrid Central, exige resultados eficientes en la lucha contra la contaminación”. Además, en declaraciones ofrecidas por el alcalde a Televisión Española se reafirma: “Tenemos que dar alternativas de movilidad a los madrileños, no prohibiciones y restricciones”.
Hasta el momento, la intención del nuevo Gobierno municipal es aprobar la fallida “Operación Chamartín”, un plan urbanístico que lleva fracasando más de 25 años y que actualmente recibe el nombre de “Madrid Nuevo Norte”. Almeida quiere aprobar cuanto antes este plan que transformará toda la zona norte de la capital. Otra de las medidas que quieren decretar cuanto antes se refiere al apagón en los semáforos de la A-5 en los próximos días, al haber obtenido resultados “completamente inútiles” y generando “atascos”.
Además, en el acuerdo de PP y Ciudadanos se recoge el compromiso de reconvertir Madrid Central “bajo el criterio de nuevas áreas de prioridad residencial aportando soluciones alternativas y complementarias de movilidad a todos los sectores de la población”.
Los gobiernos de PP, Ciudadanos y Vox argumentan la falta de eficacia de Madrid Central como arma para derogarlo o reformularlo. Sin embargo, desde el Ministerio de la Transición Ecológica recuerdan que, durante el mes pasado, los niveles de óxidos de nitrógeno se redujeron en 14 de las 24 estaciones de control de la ciudad.
La organización Greenpeace que llevó a cabo en noviembre del año pasado una movilización posicionándose a favor de Madrid Central, advierte ahora la necesidad de tomar otras medidas más restrictivas o buscar un plan igual que asegure y garantice la calidad del aire, en caso de que Madrid Central acabe desapareciendo. También Ecologistas en Acción denunciará al Gobierno de Almeida ante la UE si se revierte Madrid Central, ya que, en su evaluación del mes de mayo sobre los resultados en la calidad del aire de este plan, la contaminación se reduce a niveles históricos.
Desde la ciudadanía se muestra apoyo por la medida. En la plataforma change.org se ha publicado una petición en defensa de Madrid Central que se acerca a las 100.000 firmas. Además, colectivos que en un primer momento no estaban a favor de dicho proyecto, ahora rebajan el tono en sus críticas. Es el caso de la Plataforma de Afectados por Madrid Central, que hablaron del “colapso de las 17.000 pymes del distrito centro de la capital” actualmente no quieren “que se quite Madrid Central: tal vez sea necesario rebautizar el proyecto”.
Madrid central, al ser un proyecto, por decir algo, que, como todas las cosas que hacía la Carmena y su equipo de gobierno, populista, pero sin estudiar absolutamente nada, puesto de un día para otro. Para que un proyecto con este fin sea verdaderamente eficaz y los problemas que pueda causar, sean mínimos o ninguno, hay que estudiarlo bien, desde todos los puntos de vista, crear cuando se requieran infraestructuras, vamos a fondo, sin improvisar y para conseguir un impacto personal, como lo que había hasta ahora.