Actualmente asistimos a una fuerte subida del precio del carburante y de los peajes de algunas autopistas que se traduce en una compleja situación para los transportistas, particularmente los autónomos, ya que en muchos casos no repercuten esos gastos a los clientes, con lo que aumentan sus costes de explotación.
El sector del transporte representa actualmente un 2,9 por 100 del PIB nacional, y el 94 por 100 de las toneladas transportadas se desplazan por carretera, según datos del Observatorio del Transporte y la Logística en España, de lo que se deduce la importancia de esta actividad para el correcto funcionamiento de nuestra economía.
A pesar de que la crisis ha hecho desaparecer un gran número de pequeñas empresas sigue siendo un sector muy atomizado, aunque la tendencia apunta hacia un tejido empresarial más centralizado en grandes empresas, ya sea con flotas propias o bien dedicadas a la subcontratación.
Así lo aseguran desde Ontruck, empresa española especializada en transporte regional de mercancías por carretera, que ha realizado una radiografía de la situación actual por la que atraviesa este sector en España, con el fin de identificar los retos a los que se enfrenta de cara a 2019 y que además añade que actualmente asistimos a una fuerte subida del precio del carburante y de los peajes de algunas autopistas que se traduce en una compleja situación para los transportistas, particularmente los autónomos, ya que en muchos casos no repercuten esos gastos a los clientes, con lo que aumentan sus costes de explotación.
En particular, el Paquete Legislativo de Movilidad promovido por la Comisión Europea continúa sin ver la luz. La Unión Europea de Transportistas por Carretera, defiende la incorporación de medidas que favorezcan la competencia leal y su protección social, como la profesionalización del acceso al transporte ligero, la regulación del cabotaje, de los trabajadores desplazados y de los tiempos de descanso, o la obligatoriedad del tacógrafo digital, “pero hasta el momento no se ha alcanzado el consenso necesario para su aprobación”, apuntan desde Ontruck.
Por otro lado, la compañía asegura que tras su análisis del sector, han observado que también se ha retrasado la entrada en vigor del Reglamento de Ordenación de los Transportes Terrestres, prevista inicialmente para el 1 de enero de 2019, a causa de los cambios políticos que han tenido lugar en nuestro país. Y no termina de estar claro si finalmente el Gobierno decidirá ampliar la masa máxima de los vehículos de mercancías por carretera hasta las 44 toneladas, por lo que la situación normativa del sector se halla en un momento de incertidumbre.
Un proceso de digitalización lento
En esta línea, y desde el punto de vista de la digitalización, el transporte de mercancías por carretera va poco a poco avanzando hacia su transformación digital, y la tecnología va incorporándose cada vez más a la actividad de los profesionales de sector: camiones dotados de sistemas de geoposicionamiento y navegación que les permiten conocer las incidencias de tráfico y optimizar las rutas; aplicaciones móviles como la de Ontruck para la gestión de cargas y el control de flotas; sistemas de trazabilidad que permiten conocer en todo momento el estado y la ubicación de la carga, etc.
Por último, desde Ontruck han querido hacer un énfasis especial en que se genera cierta incertidumbre la creciente demanda del comercio electrónico y la compra a domicilio, particularmente en lo que respecta a la última milla. Las grandes ciudades están marcando cada vez más restricciones circulatorias en sus áreas centrales con el fin de mejorar la movilidad y reducir la emisión de gases contaminantes, pero también van aumentando los transportistas que han de acceder a esas zonas para realizar las entregas de los pedidos, que progresivamente acortan también más sus tiempos de entrega.
Retos y desafíos para el año nuevo
Teniendo en cuenta estas premisas, la compañía ha querido aportar los cinco retos que cree que caracterizarán al sector del transporte de mercancías por carretera de cara a 2019:
1. La subida del impuesto al gasoil de hasta 4,8 céntimos por litro podría afectar al 88 por 100 de los transportistas de nuestro país en España, que en su mayoría son autónomos. En la mayor parte de los casos estos tendrán que asumir ese incremento de manera individual, salvo que los cargadores decidan repercutir esta subida en sus tarifas, algo muy poco probable.
2. Aunque la legislación reconoce la posibilidad de emitir cartas de porte electrónica (e-CMR) y los equipara con los documentos en papel, todavía muchas empresas continúan reclamando los documentos impresos. La adaptación al e-CMR supondrá una mejora en el tracking de los documentos, agilizará los procesos de facturación y, al mismo tiempo, el ahorro de papel contribuirá a preservar el medio ambiente.
3. La sociedad está reclamando mayor responsabilidad de todos los actores económicos en lo que respecta al cambio climático. El transporte debe orientarse hacia una utilización más eficiente de los recursos, por lo que es prioritario tratar de optimizar las cargas y reducir los kilómetros en vacío que realizan los vehículos. De este modo se reducirán también las emisiones de gases contaminantes y los costes de los transportistas, a través del ahorro de combustible.
4. La implantación de megacamiones en España está siendo una realidad. Los grandes cargadores ya han empezado a incorporar dentro de sus flotas este tipo de vehículos que permiten un transporte de mayor volumen a menor precio, optimizando al máximo los recursos. Los transportistas autónomos que quieran competir en el mercado van a tener más difícil el acceso a este tipo de vehículos, ya que su precio es mucho más elevado que un camión tradicional.
5. Los vehículos de Gas Natural Licuado (GNL) para los transportes entre los centros logísticos y última milla están ganando cada vez un mayor protagonismo. El uso de este combustible alternativo reduce tanto de las emisiones de CO2 como de óxido de azufre (SOx), óxido de nitrógeno (NOx) y partículas contaminantes en comparación con los motores tradicionales. Además, estos vehículos podrán acceder sin problema al centro de grandes ciudades. El problema, una vez más, será su precio.