Las ayudas podrían ser en torno a 7.000 euros para vehículos pesados, y de 1.000 euros para vehículos ligeros, lo que permitiría cubrir aproximadamente el 50 por 1000 del coste de la transformación y además obtener una mejora en la calificación del distintivo medioambiental al vehículo concedido por la Dirección General de Tráfico.
Fenadismer junto con las restantes organizaciones que componen el Comité Madrileño de Transporte por Carretera, mantuvieron ayer una reunión con el Viceconsejero de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, acompañado de los directores generales de Medio Ambiente y de Transportes, para analizar las diferentes líneas de apoyo a promover desde la Administración autonómica hacia el sector del transporte por carretera para la introducción de vehículos menos contaminantes.
En este sentido, el Viceconsejero señalaba que la apuesta realizada hasta ahora por la Comunidad de Madrid ha sido por la introducción del vehículo eléctrico, dada las dificultades que este tipo de vehículos está teniendo para su generalización entre los usuarios (pocos puntos de recarga, autonomía limitada y otros), y a tal fin las líneas de ayudas existentes se han dirigido hasta la fecha a la adquisición de esta tecnología vehicular.
A este respecto, Fenadismer recalcaba que “la tecnología de propulsión eléctrica no es una solución real y factible en el sector del transporte de mercancías, ya que en el caso del transporte pesado no existe oferta de vehículos eléctricos por parte de los fabricantes, y en el caso de los vehículos ligeros el coste de adquisición de la versión eléctrica frente a la versión en diésel llega a triplicar el precio, lo que hace imposible su amortización durante su vida útil”.
Por ello, la organización insistió en que la tendencia a corto plazo es la introducción del gas natural en los vehículos de transporte, a falta de que surjan otras energías de propulsión alternativas en el futuro, ya que el gas natural vehicular es una “solución tecnológica real y contrastada” que permite abaratar el coste del carburante en “más de un 30 por 100 respecto al coste del diésel”. Sin embargo, al ser una tecnología de propulsión novedosa, muchos transportistas son aún reacios a adquirir vehículos nuevos propulsados a gas, por lo que Fenadismer señaló que “la fórmula más óptima para facilitar su introducción en el sector pasaría por fomentar la transformación de los actuales vehículos de transporte diésel en tecnología dual gas-diésel, lo que permitiría familiarizarse a los transportistas con dicha tecnología de cara a una posterior renovación de su vehículo actual”.
Para ello, la propuesta del sector es establecer una línea de ayudas para la transformación de las actuales cabezas tractoras, camiones y furgonetas a la citada tecnología dual, estableciéndose unos incentivos similares a los que se conceden en dos Comunidades Autónomas a los transportistas de su región, en concreto en País Vasco y Castilla-La Mancha, con ayudas en torno a 7.000 euros para vehículos pesados, y de 1.000 euros para vehículos ligeros, lo que permite cubrir aproximadamente el 50 por 1000 del coste de la transformación y además obtener una mejora en la calificación del distintivo medioambiental al vehículo concedido por la Dirección General de Tráfico, a los efectos de poder acceder a las zonas restringidas de las grandes ciudades o en caso de protocolos de restricciones a la circulación por episodios de alta contaminación.
Además, Fenadismer instó al Gobierno a lanzar este tipo de ayudas a nivel estatal. Una idea en línea con los planes del Gobierno central de reducción de la dependencia del petróleo y el fomento de las energías alternativas menos contaminantes.
Esta propuesta fue “valorada muy positivamente” por el viceconsejero de Medioambiente, que se comprometió a “estudiar su posible inclusión en la línea de ayudas a tramitar el próximo año 2019”.