La facturación del comercio electrónico en España alcanzó durante el tercer trimestre de 2017 los 7.785 millones de euros, es decir un 26,2 por 100 más que los 6.167 millones de euros que ingresó en el mismo periodo del año 2016.
Así lo confirman los últimos datos ofrecidos por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que además reflejan que las ventas del comercio electrónico se han incrementado un 6,1 por 100. Una tendencia al alza que está trayendo como consecuencia la transformación completa de los hábitos de consumo a la hora de comprar cualquier producto y obtenerlo. En este sentido, las visitas a las tiendas ya no son tan mayoritarias y los usuarios prefieren recibir el paquete de lo adquirido en casa por la comodidad que ello conlleva.
No ocurre así, sin embargo, con las devoluciones. Y es que, según datos aportados por el último estudio elaborado por CGS, los consumidores prefieren desplazarse hasta la tienda física en la que compraron su producto para efectuar una devolución por las dificultades y gastos que implica la logística inversa.
En concreto, el estudio señala que en Estados Unidos, el 75 por 100 afirmó que prefieren visitar una tienda física para realizar su devolución a que un repartidor recoja el artículo a devolver. Observando el resultado por franjas de edad, los cliente de entre 25 a 34 y de 55 a 64 años son cinco veces más propensos a efectuar la devolución en tienda física, según apunta el estudio.
En cuanto a otras investigaciones relacionadas con este tipo de preferencias, otros expertos ya destacaron que el mero hecho de que el cliente tenga que imprimir una etiqueta que la tienda le proporciona y tener que ir a depositar ese paquete en una oficina de correos o, incluso, concertar una fecha y hora para que el propio repartidor acuda al domicilio a recogerlo, requiere demasiado tiempo y no es cómodo para el consumidor.