El transporte de mercancías por este modo sigue siendo minoritario en nuestro país y acusa importantes cuellos de botella, según la CNMC.
La CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) ha aprobado el informe sobre los servicios de transporte de mercancías por ferrocarril, en el que se detalla que ese mercado representa una parte reducida del sector ferroviario en España, con un 12 por 100 del total de su facturación. Estos servicios se prestan sobre 11.210 km de vías de Adif esencialmente, infraestructuras compartidas con el tráfico de viajeros y de ancho ibérico.
Durante 2015, el mercado ferroviario de mercancías alcanzó una facturación de 304 millones de euros, lo que supuso una disminución del 2,5 por 100 con respecto a 2014. Así, Renfe registró 233 millones de euros, un 6,1 por 100 menos que en 2014, frente al aumento de los ingresos de las empresas competidoras, 70,6 millones, un 10 por 100 más que en el ejercicio anterior.
La actividad ferroviaria de mercancías se incrementó en 2015 en un 5 por 100 en términos de toneladas netas y del 5,2 por 100 en toneladas.km (t.km). Esta evolución estuvo marcada por la actividad de Renfe Mercancías y la de sus competidores. Estos últimos incrementaron notablemente su actividad, con crecimientos por encima del 25 por 100 tanto en toneladas netas como en t.km. Sin embargo, importantes cuellos de botella presentes en el mercado, junto con otros factores, han impedido que estas empresas continúen con esta tendencia en 2016, ya que han ralentizado su crecimiento en el primer semestre del año.
La actividad global del sector en el primer semestre de 2016 disminuyó respecto al primer semestre de 2015 (un 9,5 por 100 en toneladas, un 5,5 por 100 en t.km netas y un 7 por 100 en tren.km), e invirtió así la tendencia positiva observada en los últimos años. De acuerdo con los datos disponibles en el primer semestre de 2016, Renfe Mercancías continuó con la estrategia de abandono de tráficos y descenso de su actividad, mientras que los operadores alternativos mostraron un aumento de la misma, pero bastante más reducido que el experimentado en ejercicios anteriores.
Los corredores más competitivos
En 2015, los corredores que presentaron un mayor grado de competencia fueron el corredor Madrid-Valencia, con un total de seis empresas ferroviarias activas. A continuación se situaron, con cinco, Madrid-Vizcaya, con cuatro Valencia-Vizcaya y finalmente, con tres, Barcelona-Zaragoza y Barcelona-Vizcaya. En 2015, solo dos de los diez principales corredores (Madrid-Cádiz y Barcelona-Sevilla) fueron explotados únicamente por Renfe Mercancías.
La cuota modal del transporte ferroviario de mercancías respecto al total de los medios terrestres (carretera y ferrocarril) se situó, en 2015, en el 2,2 por 100 en toneladas netas y un 5 por 100 en t.km. Este hecho pone de manifiesto que, a pesar del crecimiento del transporte ferroviario en los últimos años, la carretera sigue siendo, con gran diferencia, el medio de transporte preferido en España para el transporte de mercancías. Además, en comparación con el resto de países europeos, el transporte de mercancías a través de ferrocarril sigue siendo minoritario en España, con apenas un 5 por 100 de cuota. España se sitúa en la parte más baja de los países de la Unión Europea, que registran una cuota media del 18 por 100, y supera únicamente a países con una extensión mucho más reducida o con carácter insular.
Cuellos de botella en el transporte de mercancías por ferrocarril
En su informe la CNMC señala varios factores que explican la menor participación del ferrocarril en el transporte de mercancías, como son la situación geográfica de España o la inexistencia de la modalidad de transporte de vagón disperso, que en otros países europeos contribuyen a incrementar el tráfico de mercancías. También existen otros factores relativos a la gestión, a la situación de las terminales e infraestructuras, con importantes cuellos de botella así como los accesos a los puertos.
La CNMC recuerda que el transporte de mercancías por ferrocarril podría incrementarse. Para ello, se deberían solucionar los diferentes cuellos de botella señalados anteriormente y consolidar la competencia en el mercado, eliminado aquellos obstáculos que puedan limitar la expansión de los operadores alternativos. Además, recuerda que las infraestructuras ferroviarias en España todavía presentan importantes limitaciones para cumplir con las exigencias de la regulación comunitaria en relación con las redes transeuropeas (TEN-T).
