Ricardo Catelli, director general de Global Lean, expone su receta
“Cada día son
mas los despliegues Lean a los que tengo el gusto de guiar y el placer de participar,
y cada día estoy convencido de que unos de los puntos mas importantes para que
la metodología Lean se mantenga en un ciclo de mejora continua, es que la
personas escépticas de la organización se transformen es
creyentes”, señala Ricardo Catelli, director general de Global Lean. Y esto no sucede por si solo -añade-, ni sucede solo con la formación, hay
que entrenar a los equipos para realizar lo que el llama la “transformación”.
Esta
transformación, no se puede lograr con formulas mágicas, ni con el suministro
de píldoras. La implantación de herramientas
Lean y principios Kaizen, son un buen comienzo, “pero no son decisivos para
asegurar el éxito -remarca Catelli-. Las personas y la organización debe pensar en Lean. Pensar
en Lean es creer y entender en la
potencia de esta cultura y metodología, mediante la formación y el
entrenamiento”.
El
entrenamiento en la resolución de problemas mediante metodología Lean es
crucial, no podemos asistir a un curso donde te otorgan cinturones del color que
sea y después olvidarnos de ello, o simplemente quedarnos pensando como se
aplican estos conocimiento en el día a día.
Hay que aprender haciendo, enfatiza este experto.
El concepto de formación proviene de la palabra
latina formatio, se trata de un término asociado al
verbo formar (otorgar forma a alguna cosa, concertar un todo a partir
de la integración de sus partes); y Entrenamiento se refiere a la adquisición de conocimiento, habilidades, y capacidades como
resultado de la enseñanza de habilidades o prácticas y conocimiento relacionado
con aptitudes que encierran cierta utilidad. “La formación Lean, sin entrenamiento es una practica inútil”, sentencia.
“Con frecuencia queremos
cambiar a las personas, pero quizás es mas fácil comenzar por cambiar lo que hacen
estas personas“, dice. Y aconseja conocer el
proceso y cambiarlo para conseguir resultados, eliminar despilfarros (mudas),
concentrarnos en la generación de valor, medirlo de manera inductora.
Finalmente concluye: “Trabaja con
tus equipos y escúchalos, pero ten presente que el comienzo es duro, no estamos
acostumbrados a escuchar y menos a que nos escuchen, debes dejar pasar el desahogo
del principio y transformar la frustración en Proactividad”.
