“El Black Friday, que marca el pistoletazo de salida a la campaña de Navidad, presenta una dualidad en los usuarios: los que compran en tienda física y los que lo hacen a través de internet. Está claro que la pandemia ha incrementado el sector del e-commerce. De hecho, varios estudios afirman que tres de cada cuatro hogares en España realizaron este tipo de compras en el 2020”, explica Moinsa, compañía especializada en logística y retail.
A día de hoy, el principal reto para los retailers tradicionales es cómo lograrán los espacios físicos atraer a los clientes y hacerles recuperar la ilusión por las compras en estas fechas tan señaladas. Nos hemos acostumbrado a la comodidad de recibir los pedidos a domicilio a través del ecommerce, y aquí se abre una gran incógnita: ¿cómo va a competir el retail tradicional con las ventas online?
En este punto, la empresa mostoleña recomienda a los retailers tradicionales apelar a las ofertas, pero también a la experiencia de usuario, que es la ventaja que este modelo de negocio tiene frente al online. Y, ¿cómo lo pueden hacer?:
1. A través del interiorismo: el simple hecho de “ir de compras” encierra una experiencia en sí misma, semejante a la de ocio. La correcta distribución de los espacios, la decoración y la iluminación despiertan los cinco sentidos del consumidor, que conecta con la marca, que le invita a ver, tocar y oler el producto. Un ejemplo pueden ser los grandes centros comerciales que, en épocas como la Navidad, crean grandes recreaciones (nieve, Papá Noel, Laponia, etc.) que hacen que el cliente se mimetice completamente con el ambiente y lo anima a comprar.
2. Si, además, lo que busca el consumidor son ofertas de Black Friday o el mejor precio de cara al menú navideño, el mobiliario específico para las promociones y la señalización de las ofertas desempeñan un rol fundamental, ya que le permiten al cliente localizar más fácilmente lo que está buscando (mejor que a través de internet) e, incluso, probar el producto antes de comprarlo. En este punto, cabe destacar el alimentario.
3. El sector alimentario fue el gran “vencedor” en pandemia, el único del sector retail que no experimentó pérdidas y que, incluso, aumentó la facturación. Los más aventajados fueron los supermercados regionales y de proximidad, debido a la restricción de movilidad. En la actualidad la pregunta es si este tipo de supermercado seguirá manteniendo el nivel de afluencia en estas fechas, si ya tenía como competidor el e-commerce, ahora hay que sumarle que la tendencia es hacer compras en las grandes superficies. Como solución en este punto, Moinsa recomienda imitar las tendencias decorativas de los grandes supermercados, basadas en sectorizar cada vez más las secciones, que cada una parezca una tienda especializada en una gama concreta de productos, con su propio diseño, iluminación y mobiliario. “Sin duda, la clave está en rediseñar, redecorar y recrear espacios”, asegura María Mouriño, diseñadora de interiores del Equipo de Creatividad e Innovación de Moinsa.