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La logística del frío tiene un as en la manga para desafiar a la factura de la luz

Por Patricia González

El último informe del Observatorio del almacenamiento en Frío de Aldefe ha dado a conocer una clave que, frente al constante incremento de la factura eléctrica, ofrece una alternativa económicamente más sostenible a la industria. Se calcula que, mediante este sistema, se puede alcanzar un ahorro de hasta el 70 por ciento respecto al modo tradicional.

Habitualmente la congelación se produce a una presión atmosférica constante, por lo que se denomina isobárica. Sin embargo, hay otro sistema, denominado congelación isocórica, donde lo que permanece constante es el volumen. Este es, precisamente, el as en la manga del que habla el estudio del tercer trimestre de la Asociación de Explotaciones Frigoríficas, Logística y Distribución de España.

Este tipo de congelación se desarrolló a partir de 2005 en la Universidad de California- Berkeley, y se utiliza para la conservación y transporte de células, tejidos y órganos para trasplantes. Desde 2017, se comenzó a explorar su aplicación en la industria alimentaria.

Más calidad, más seguridad, menos gasto

Este año 2021 se han publicado los resultados de diversos estudios en revistas científicas, que demuestran que la calidad de los productos congelados en laboratorio mediante el sistema isocórico es superior y que los microrganismos se inactivan con una temperatura de -15º C; al tiempo que se produce un sustancial ahorro energético durante el proceso de congelación y de almacenamiento.

Se trata de una tecnología que aplicada masivamente a la industria evitaría la creación de hielos en texturas delicadas, como las de las frutas y algunos vegetales, durante la congelación.

¿Qué es el sistema isocórico?

El proceso consiste en que el producto se sumerge en una solución isotónica dentro de una cámara cerrada cuyo volumen permanece constante mientras se enfría gradualmente hasta una temperatura de congelación preestablecida. Cuando la solución alcanza el punto de congelación el hielo comienza a formarse generando una presión hidrostática dentro de la cámara, hasta que el sistema alcanza un nuevo equilibrio termodinámico a la temperatura prefijada. Llegados a este punto, se mantiene una porción líquida no congelada y una sólida congelada. El alimento se conserva sin que se formen cristales de hielo

Para su aplicación industrial, se puede colocar una batería de cámaras en cualquier congelador convencional, de modo que la industria alimentaria pueda incorporar la congelación isocórica sin necesidad de cambios importantes en su infraestructura.

Y tú, ¿crees que los fabricantes pueden ayudar a la logística del frío a afrontar el encarecimiento de la energía?

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