En plena preparación para la temporada alta, las cadenas de suministro tecnológicas suman un nuevo reto al que enfrentarse. Es el caso de Apple, cuyos proveedores ya han advertido de las consecuencias que las interrupciones en la provisión de energía en sus fábricas de China tendrán sobre su red logística.
Ello, advierten, no solo generará efectos secundarios sobre los productos que ya llevan tiempo en el mercado, sino sobre los nuevos lanzamientos, incluidos los esperados iPhone 13, cuyo desembarco podría verse dilatado en el tiempo a causa de esta nueva interrupción.
En esta línea, ya son varios los proveedores de Apple que han confirmado que detendrán o recortarán las operaciones en los servicios de la provincia de Jiangsu, parando de nutrir la cadena de suministro del gigante tecnológico.
Conservación vs. Producción
Durante la última semana de septiembre y principios de octubre, varias ciudades en China se vieron obligadas a solicitar a sus empresas que dejaran de utilizar energía eléctrica por completo para que el consumo se redujera entre un 10 y un 30 por ciento.
Esta medida se puso en marcha tras la advertencia de que Pekín impondría castigos más estrictos a las provincias que incumplieran sus objetivos anuales de descenso de consumo energético y reducción de carbono.
Entre las regiones afectadas por este racionamiento energético se encontraban centros industriales clave como Jiangsu, Guangdong y Hubei. Las medidas ya han afectado a una variedad de proveedores clave de Apple, Tesla, Microsoft, HP y Dell, además de interrumpir la fabricación de los proveedores de pruebas de chips de alto nivel para Nvidia, Intel y Qualcomm.
¿Qué pasará con los iPhone 13?
Ahora, las corporaciones, desde los fabricantes de chips y piezas hasta los ensambladores, advierten que la interrupción energética generará efectos sobre toda la cadena de suministro, al menos, durante el mes de octubre. Ello se debe, advierten, a que desde septiembre hasta noviembre se concentra gran parte de la actividad productiva de cara a hacer frente a las campañas de consumo.
La falta de esta ventana para la fabricación no solo proporciona una discontinuidad en la cadena, sino que también puede terminar en decepcionantes ventas brutas a finales de año.
No obstante, si bien en este momento se están revisando los inventarios de todas las piezas y los elementos, desde Apple han apuntado a través del portal Nikkei Asia que “el escenario sigue siendo controlable por el momento”, aunque, alertan, “nos preocupa que vuelva a ocurrir”.