Transitarios y transportistas han respondido al último compromiso de dos de las mayores navieras del mundo. Sin embargo, al contrario de lo que pudieran pensar inicialmente, la medida, que adelantaba la paralización de la subida de las tarifas al contado de CMA CGM y Hapag-Lloyd, ha desatado la ira del sector.
La naviera francesa anunciaba a finales de la semana pasada que suspendería los aumentos de tarifas spot para todos sus servicios y los de sus subsidiarias, incluidas CNC, Containerships, Mercosur, ANL y APL, hasta febrero de 2022.
“Aunque se espera que estos aumentos de tarifas impulsados por el mercado continúen en los próximos meses, el grupo ha decidido suspender cualquier aumento adicional en las tarifas de flete al contado para todos los servicios operados bajo sus marcas”, aseguró.
En la misma línea, Hapag-Lloyd también confirmó que limitaría sus tarifas.
La “tortura” de las navieras
Al respecto, James Hookham, director del Global Shippers Forum, trató de aclarar el punto de vista de los transportistas haciendo una comparación en la que un prisionero, aludiendo al resto de actores de la cadena de suministro, tuviera que dar las gracias a su torturador, refiriéndose a las ya mencionadas compañías, por parar de martirizarle.
De hecho, según el ejecutivo, la situación ha llegado a tal punto que muchos transportistas más pequeños podrían quebrar antes de Navidad debido a esta “tortura de alto nivel”.
Una estrategia detrás del cambio
Por su parte, el director de políticas de transporte marítimo del Consejo Europeo de Transportistas, Jordi Espín, cree que detrás de esta medida hay una estrategia para cerrar contratos a largo plazo con tarifas elevadas.
Espín agrega que no deberíamos alegrarnos de que las tasas se estabilicen en estos niveles, ya que podría ser una señal de que la economía mundial empieza a desacelerarse, lo que sería un problema importante para los transportistas si tuvieran que acceder a contratos prolongados con tarifas tan altas.
