En un intento por frenar las interrupciones y la escasez global que está experimentando la compañía, afectando según las últimas informaciones a casi 1.000 líneas de productos, Ikea ha decidido afrontar por sí mismo la situación. Para ello, la firma ha comenzado a fletar sus propios buques y a comprar contenedores.
Siguiendo los pasos de Home Depot y Walmart, que en julio anunciaron una medida similar para asegurar la estabilidad de sus cadenas de suministro, Ikea ha hecho pública su estrategia, explicando algunas de las razones detrás de la decisión de asumir los elevados costes de fletar barcos y comprar equipos.
A través del medio sueco Svenska Dagbladet, la compañía apuntó que la medida fue impulsada en un primer momento por los retrasos sufridos a raíz de los 100 contenedores que, durante meses, quedaron retenidos en el Ever Given, que llenó los titulares mundiales tras colapsar el Canal de Suez en marzo.
A ello, exponen, se ha unido con el paso del tiempo la escasez de ciertas materias primas que, junto a los problemas de la cadena de suministro global, han estado desembocando en la escasez de artículos en sus tiendas.
Luchar contra un mercado desequilibrado
Concretamente, el director de entregas de productos de Ikea, Mikael Redin, ha asegurado que esta medida, adoptada dado el carácter excepcional de la situación, responde a “la congestión en los puertos combinada con una demanda históricamente alta, que ha creado un desequilibrio en todo el mercado mundial del transporte marítimo”.
“Esto, desafortunadamente, ha llevado a limitaciones en nuestro catálogo actual”, apunta.
Solo un primer paso
Si bien la compra de contenedores y el fletamento de buques ha mejorado la situación, según Redin, esto no es suficiente.
En esta línea, el responsable apunta a la necesidad de concretar nuevas estrategias de cara a asegurar el suministro, afirmando que “debemos tomar más medidas para mitigar los efectos de las interrupciones en nuestro transporte marítimo”.