El tráfico o la dificultad de encontrar baños durante los recorridos de entrega han sido los motivos por los que Amazon ha admitido que, ocasionalmente, sus conductores deben orinar en botellas. Un problema, detallan desde la compañía, “que afecta a toda la industria y no es específico de Amazon”.
La declaración, realizada a través del blog de la firma, ha surgido a través de la polémica desatada la semana pasada en Estados Unidos, donde un congresista denunció esta situación y la empresa respondió con un tuit que ahora considera “incorrecto”.
En la disculpa pública hacia Mark Pocan, Amazon asegura saber que “los conductores pueden tener problemas para encontrar baños debido al tráfico o, a veces, a las rutas rurales, y este ha sido especialmente el caso durante la pandemia” cuando, explican, se han cerrado numerosos establecimientos.
Rectificando las primeras declaraciones vertidas en respuesta al congresista Pocan, que apuntaba que “pagar a los trabajadores 15 dólares por hora no lo convierte en un ‘lugar de trabajo progresista’ cuando se destruye un sindicato y se hace que los trabajadores orinen en botellas de agua”, Amazon ha admitido que “no contempló a los conductores”, centrando su tuit en la situación de los centros logísticos, donde los trabajadores cuentan con todas las infraestructuras necesarias.
Así, del “si fuera cierto, nadie trabajaría para nosotros”, Amazon ha pasado a reconocer que este es un problema real para su flota de repartidores, prometiendo que buscará soluciones al mismo.
No obstante, la firma ha querido hacerse eco de esta práctica que denominan como “común” en la industria, ilustrando esta situación con una serie de artículos y menciones en las redes sociales relacionadas con el tema.
En lo que respecta a la situación de la plantilla de Amazon en España, C de Comunicación continúa a la espera de la respuesta por parte de la compañía, que todavía no se ha pronunciado al respecto de estas afirmaciones.
