La empresa española extenderá su red de dark stores y la quintuplicará, hasta alcanzar el centenar de almacenes para 2021. El propósito, según apunta Glovo, es “poner un centro comercial en el bolsillo del consumidor” asegurando entregas “ultrarrápidas” en un máximo de 40 minutos.
La apertura de estos “centros comerciales virtuales”, apuntan algunos medios, no sólo estaría respondiendo a una firme apuesta por parte de la compañía de reparto hacia el Q-commerce, sino a una diversificación de negocio más allá del canal HORECA, fuertemente afectado por la crisis sanitaria.
De esta forma, Glovo ha dado a conocer una futura inversión de 20 millones de euros, destinados en su totalidad a resolver la dependencia de la compañía con respecto a los pedidos de restauración y liderar la tercera generación del comercio o Quick Commerce, basado en la entrega exprés de productos dentro de la ciudad.
Daniel Alonso, director general de Q-Commerce de Glovo, ha comparado esta tipología de comercio para el usuario con el grifo de una casa, que se usa cuando se necesita, sin necesidad de planificar y tanto para grandes como para pequeñas cantidades.
La extensión de la unidad de Q-Commerce se hará a partir de tres patas: las darkstores, almacenes propios de la empresa en las ciudades que funcionan como supermercado a domicilio; la alimentación, con la colaboración de grandes supermercados y tiendas más pequeñas; y la línea de retail, con alianzas con firmas como Douglas, Clarel y El Corte Inglés para la compra de productos como juguetes, electrónica y papelería.
