Clark ha lanzado al mercado una nueva serie de carretillas elevadoras eléctricas de cuatro ruedas. Esta carretilla, en cuanto a costes de adquisición está al mismo nivel que la carretilla con motor de combustión. Además, supone una alternativa silenciosa y ecológica, señalan fuentes del fabricante.
Las carretillas contrapesadas EPX20i-32i pueden conseguir capacidades de carga que van desde las 2 hasta las 3,2 t. Gracias a sus ruedas delanteras de mayor tamaño, las estas carretillas eléctricas se encuentran a una buena distancia del suelo. Esto es principalmente ventajoso para los usos en terrenos desnivelados, corredores entre naves o rampas.
Monta un motor de 15 kW de potencia y una tecnología de corriente trifásica de 48 V. Además, posee sistemas de frenos –freno eléctrico, freno de servicio y freno de estacionamiento– garantizando un alto grado de seguridad operativa. El freno eléctrico se encuentra dotado de un sistema de recuperación. Este devuelve energía a la batería cada vez que se acciona el freno, dado que se prolonga el tiempo de uso del vehículo y se ahorra energía. Con su función estándar de rampa, la carretilla eléctrica puede conducirse también en subidas y en rampas de carga.
Asimismo, gracias a los códigos de error es posible hacer un diagnóstico sencillo a bordo. Para las tareas de mantenimiento, se puede quitar el recubrimiento posterior, con lo que es posible tener un acceso rápido a todas las piezas que requieran mantenimiento o que presenten desgaste.
El espacio para pies tiene dimensiones amplias para que también aquellos conductores que calcen 46 y utilicen calzado de protección tengan suficiente lugar. La columna de dirección reclinable y el asiento de confort pueden configurarse individualmente. Gracias a la posición más elevada del asiento y los perfiles intercalados de los rieles de los mástiles, se garantiza una buena visión panorámica. A través de las manivelas de control ergonómicas, la carretilla elevadora puede dirigirse de manera precisa. Una pantalla LCD presenta todos los datos necesarios en tiempo real. Dos modos de operación individualmente programables (Tortuga y Normal) permiten una adecuación a cada uso específico.
