Un 44,4% de los votantes de nuestra encuesta piensa que “en la práctica sería muy difícil aplicar esta medida” y un 33,3% cree que su aprobación será "perjudicial".
La polémica medida propuesta por el gobierno para reducir la jornada laboral de 40 horas semanales a 37,5 causa recelo también en el sector logístico. A pesar de que la iniciativa aún no ha prosperado, las recientes negociaciones entre Ministerio, sindicatos y empresas -que hoy se volverán a reunir- preocupan a las empresas del sector, que ven inviable la aplicación de esta medida.
A tenor de una encuesta lanzada por este medio de comunicación la semana pasada, hemos podido comprobar la reticencia del sector ante la reducción de la jornada laboral. Mientras el 44,4% de los votantes piensa que “en la práctica sería muy difícil aplicar esta medida”, un 33,3% de los mismos cree, directamente, que su aprobación e implantación sería “perjudicial” para el sector.
Una minoría de los votantes (22,2%) difiere del resto, asegurando que consideran la reducción de jornada como una medida beneficiosa.
A favor y en contra: ¿Por qué?
Entre los votantes que se muestran contrarios a la medida, la mayoría apuntan a que su adopción acarrearía un problema principal: el aumento de costes para las compañías. “La medida no tendría gran impacto si fuese pareja con el incremento de productividad […] Será perjudicial porque redundará en un aumento de costes”, explicaba uno de los votantes.
“Los clientes no van a querer reducir los horarios de carga y descarga en nuestras plataformas, luego nos supondrá contratar más gente, aun sabiendo que no podremos incrementar tarifas”, añadía otro.
Además, parte de los votantes también resaltan que esta medida es negativa para un sector como el logístico, donde suele haber varios turnos y picos de actividad muy marcados, lo que, sumado a la falta de personal, supondría un incremento de la presión y los costes para las compañías.
Otra parte del sector ve positiva la aprobación de esta medida, ya que aseguran que, además de mejorar la conciliación laboral y personal, mejorará también las condiciones de los trabajadores, que deberán percibir un ingreso extra por las horas adicionales que desempeñen sus funciones.
Otro de los votantes a favor de la reducción de jornada apunta hacia los empresarios y las precarias condiciones que ahora mismo sufren algunos trabajadores del sector: “Es muy normal que a los empresarios les moleste la medida, más sabiendo la cantidad de fraude y de trabajo en negro que hay en el transporte, así como en la hostelería o en la agricultura.”
Siguen las negociaciones
Este lunes, 8 de julio de 2024, el Ministerio se volverá a reunir junto a los principales sindicatos y patronales para continuar negociando las condiciones de esta medida. En primera instancia, el gobierno quería aprobar la reducción de jornada de 40 a 37,5 horas laborales a la semana con una implantación paulatina, que recortaría las horas de trabajo hasta las 38,5 en 2024 y hasta las 37,5 en 2025.
Por ahora no hay acuerdo entre las partes. El principal punto de desencuentro es la compensación económica derivada de la reducción de horas laborales. Otra de las medidas puesta encima de la mesa por parte de la patronal es la extensión del límite de las horas extraordinarias, que actualmente se encuentran en 80.
Los sindicatos se oponen, sin embargo, a esta medida, y el Ejecutivo ya ha adelantado que no aceptará una reducción de jornada “fake”. Las partes se volverán a reunir hoy para negociar de nuevo las bases del acuerdo. Se espera que el Gobierno presente una nueva propuesta más conciliadora que pueda salir adelante.