Es necesaria una armonización europea que no llega y una clarificación de los datos, estudios y estadísticas, para saber el cómo y el cuándo aplicar un incremento de capacidad de carga de los camiones que se da por seguro
“Habrá incremento se la capacidad de carga del transporte de mercancías por carretera hasta las 44 toneladas”. Esa es la conclusión más llamativa, aunque no la única, de la mesa redonda que se celebró ayer en Madrid, sobre este tema, organizada por Cuadernos de Logística, patrocinada por Chep y DHL Freight.
En el intenso debate de casi 3 horas de duración, intervinieron mostrando sus puntos de vista y el de las empresas y colectivos que representaban: Alejandro Sánchez, director de logística de AECOC; Manuel Rouco, presidente de honor de AEUTRANSMER; Julio Viartola, director general de ASFARES (Asociación de fabricantes de remolques y semirremolques); Ramón Vázquez, vicepresidente de CETM Multimodal; Ricardo Arroyo, director general de DHL Freight; y José Miguel Pérez, director de flota y carga completa de DHL Freight; Carlos García, de la dirección de Impala Transportes y Logística; Elena Hernández, jefa de gestión logística de Calidad Pascual; y Alejandro Ortega, investigador TRANSIT-UPM, en representación de la Fundación Francisco Corell-Cátedra Amelio Ochoa. Actuaron como moderadores Ricardo J. Hernández, director de Cuadernos de Logística y Edi Cobas, periodista freelance.
La necesidad de una armonización europea de la autorización para las 44 t (mayoritaria ya en los países de la Europa Occidental); la contestada idoneidad y oportunidad de la prueba piloto que se lleva a cabo en Cataluña sobre este tema (denunciada en los tribunales) o la necesidad de estadísticas y estudios fiables que demuestren la mejora de la productividad y competitividad de esta medida, pues los que hay -que ya plasman esas ventajas- fueron muy criticados por parciales, fueron algunos de los temas tratados.
Igualmente, la obligada participación del ferrocarril en el desarrollo de la carretera; las implicaciones legales; las inversiones necesarias, o no, en los vehículos para este aumento de capacidad, en un momento económico poco propicio y en general la imperiosa necesidad de modernizar el sector del transporte por carretera, fueron también cuestiones analizadas y debatidas con firmeza por los asistentes.
Prácticamente todos ellos creen que los intereses nacionales, el poderoso lobby ferroviario europeo o la inoperancia local, responden a la pregunta de la inexistente armonización comunitaria europea actual, que sin embargo reconocen como imprescindible.
Lo que no está tan claro, o no es tan unánime, a juzgar por lo debatido, es el porcentaje de carga o de camiones y los sectores concretos donde el aumento de capacidad de las 40 toneladas actualmente permitidas a las 44 toneladas tendría un efecto positivo inmediato, e incluso los beneficios medioambientales que, aunque se reconocieron, también se señalaron como una parte, y no el todo, de este debate que aún está muy abierto.
Los asistentes expresaron su desacuerdo con la negativa a participar en la mesa redonda por parte de la Dirección General de Tráfico (DGT) y el Ministerio de Fomento, a pesar de la invitación cursada por Cuadernos de Logística.
El desarrollo completo del debate, las conclusiones y algunas otras aportaciones, serán objeto de un completo artículo en el próximo número de Cuadernos de Logística.