Tras la alianza estratégica con Hyster y su apuesta por el negocio de los drones, GAM está experimentando un crecimiento de las ventas cifrado en el 11 por 100, alcanzando los 116,4 millones de euros, frente a los 105,2 del año 2016.
Así lo asegura la compañía que, tras anunciar los resultados correspondientes al año 2017, declara que ha logrado dar un giro a su modelo de negocio hacia la prestación de servicios, línea que ya le aporta más de un 15 por 100 de sus ingresos, alcanzando el 68 por 100.
El ebitda, por su parte, ha mejorado un 20 por 100, ascendiendo a 31,1 millones de euros, e incrementándolo en algo más de 5 millones de euros. Esta mejora ha sido fundamentalmente generada por el importante crecimiento de ingresos, el mantenimiento de márgenes operativos, así como el control de los costes fijos y de estructura. Estas medidas han hecho posible que GAM mejore su eficiencia, propiciando un aumento de dos puntos en el margen de ebitda, alcanzando el 26,7 por 100 en 2017.
En cuanto a cómo ha evolucionado la compañía en lo que a las ventas por región se refiere, GAM anuncia que en Marruecos y la Península Íbérica es donde se concentra el 79 por 100 de los ingresos, ya que crecieron un 14 por 100. Por su parte, en Latinoamérica, las ventas han crecido un 8 por 100 y en Arabia Saudí se redujeron un 15 por 100, algo que la compañía achaca a un menor nivel de actividad.
Por su parte, el negocio tradicional del alquiler de la compañía creció un 4,4 por 100, creciendo también un 68 por 100 el servicio de la maquinaria, la formación, el mantenimiento, la compraventa, las subastas digitales o los eventos.
Sobre la mejora del ebitda, hizo que el resultado de negocio (que indica el resultado recurrente y generador de caja) fuera positivo con una cifra de 371.000 euros. Aún con un resultado de negocio positivo, el resultado neto de GAM ascendió a -7,74 millones de euros. Pese a que este resultado implica una mejora de más de 3 millones de euros, comparado con 2016, todavía es negativo, debido al impacto de dos componentes que no suponen una salida de caja: por una parte, los intereses del préstamo participativo que tiene la compañía con entidades financieras y que es asimilable a capital; y, por otra, el impacto de la devaluación de divisas en las deudas que tienen las filiales internacionales con la matriz, sin impacto en caja para la compañía.
