La importancia de actuar con celeridad, la necesidad de vertebrar el territorio, los beneficios de apostar por una España circular además de radial y la urgencia por poner en marcha el Corredor Mediterráneo, fueron las principales exigencias de los 2.000 empresarios que se reunieron ayer en el pabellón 5 de IFEMA, en un encuentro por el Corredor, organizado por AVE, la Asociación Valenciana de Empresarios, bajo el lema “¿Nos subimos al tren del progreso?”.
Al encuentro, adornado con una exposición sobre el Corredor, acudieron empresarios procedentes de Valencia, Almería, Madrid, Cataluña y Murcia y el objetivo fue trasladar al Ministerio de Fomento las necesidades de las empresas españolas en lo relativo al Corredor Mediterráneo, un proyecto que, tal y como la mayoría de ellos destacó, traerá progreso, unidad dentro de España y con Europa, reducción de rutas en el transporte de mercancías, disminución del impacto al medioambiente y una sana competitividad entre las empresas.
El momento de reivindicarse
Tras unos minutos en los que hubo tiempo para contemplar las ventajas del corredor y las reivindicaciones de las empresas a modo de exposición, se inauguraron los espacios de debate.
En un primer momento, distintos representantes del turismo en España hicieron hincapié en que este proyecto es esencial para la competitividad turística y la movilidad de pasajeros. Pero no solo se comentó la importancia de la movilidad de personas, sino también la necesidad de implantar el Corredor Mediterráneo para mejorar el transporte de mercancías, su impacto medioambiental, su competitividad y el margen económico de la actividad.
Fue el espacio para hablar de industria, logística y mercancías, en el que intervinieron Federico Félix, presidente de la Fundación ProAVE, Joaquín Gay de Montellà, presidente de Foment del Treball Nacional, Juan Pablo Lázaro, presidente de CEIM-CEOE Madrid, Diego Martínez Cano, presidente de la Cámara de Comercio de Almería y Agnés Noguera, consejera delegada de Libertas 7.
Dejaron claro que este proyecto no solo sirve para que los contenedores que llegan de China, “en lugar de ir a Rotterdam, vayan a Valencia”, sino que es algo más, “el Corredor Mediterráneo tiene mucho más que decir”, es, para ellos, la forma que tiene España de convertir a Algeciras en el inicio de Europa.
Federico Félix habló de costes, de ahorro y de la necesidad de implantarlo por la cantidad de mercancías que salen de Valencia (en total 100.000 toneladas por semana).
Agnés, por su parte, quiso destacar que hay dos motivos por los que se necesita una estructura circular, para mejorar la competitividad y para reducir las emisiones que provoca el transporte de mercancías mediante camiones. Asimismo, señaló que el Corredor facilitaría “riqueza, empleo e innovación, colocando a España como polo logístico del sur de Europa”.
Juan Pablo Lázaro hizo notables las ventajas del ferrocarril, al que considera eficaz y económico, además de necesario, ya que “este siempre pasa, llueva o nieve”.
Por su parte, tanto Joaquín Gay de Montellà, como Diego Martínez, quisieron destacar que no solo hay que mirar al norte, sino también al sur, aprovechando la situación estratégica de España y valorando que en África “tendremos, en el futuro, un mercado como el que nos planteamos hoy con Asia”.
Finalizado este primer turno de debate, era el momento de escuchar al ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, en el acto de clausura, donde además estuvieron presentes, entre otros, los líderes de las patronales de las regiones invitadas, además de Ximo Puig, presidente de la Comunidad Valenciana y Fernando López Miras, presidente de Murcia.
De la Serna explicó que, “para el Gobierno es un proyecto de clarísimo interés estratégico, y existen sobradas razones para querer el corredor porque es necesario para España. De entre todas las infraestructuras que tenemos en planificación esta, sin lugar a dudas, es la más importante, es la gran infraestructura que servirá de motor en nuestro país en las próximas décadas”. Pero en referente a lo que se había comentado en las mesas de debate sobre la posibilidad de unir España con este proyecto, el ministro señaló que, frente al reto secesionista, a pesar de sus deseos, “el corredor mediterráneo es la infraestructura que vertebra, no que une”.
