Las 37 Jornadas CEL han evidenciado la complejidad de la verdadera colaboración en la cadena de suministros. Precisamente bajo el lema “Colaboración y Complejidad. Nuevo entorno de Gestión”, esta nueva edición de una de las citas tradicionales del calendario logístico en España, reunió ayer a más de 140 profesionales, en un nuevo formato -sólo de tarde- que pretende, según el presidente del CEL, Alejandro Gutiérrez, adecuarse a las agendas de los profesionales y dar mejor servicio, a los socios de ese colectivo y a la comunidad logística en general. A pesar de ser la “institución decana en España -señaló Gutiérrez en la introducción- el CEL mantiene un espíritu joven e innovador y, sobre todo, procura favorecer la relación entre los profesionales, unas de las características de las jornadas”.
La primera ponencia corrió a cargo de Vitor Enes, director general de Luis Simoes, cuyo negocio se desarrolla esencialmente en el mercado ibérico, quien recalcó que la logística ha tenido un papel muy importante para ayudar “a sacar las castañas del fuego” en estos años de crisis. A propósito del tema de las jornadas, expresó su desacuerdo en la poca información que se comparte, pues es “clave para la mejora de los procesos a lo largo de la cadena para todos los que intervienen en ella”, para terminar señalando que hay que compartir riesgos y beneficios.
Pablo Segovia, gerente de Logística de Gas Natural-Fenosa, relató la singladura logística de la integración de la compañía gasista con la eléctrica, desde el área de su responsabilidad, que ha acarreado mejor control y reducción de costes económicos directos y de material. La compañía de servicios energéticos tiene externalizada la parte de ejecución logística en dos operadores.
A continuación, según lo expresó Berta Escudero, directora de logística de Cortefiel y moderadora de este bloque, la ponencia “estrella” de la tarde: la presentación del Premio CEL Empresa 2015, otorgado a Pikolin y relatado por su director de logística Ángel Gil. Pikolin ha vivido la crisis como una oportunidad, expandiendose a todo el mundo, adquiriendo empresas para diversificar el negocio y, sobre todo, cambiando completamente su modelo logístico, tanto interno como externo, poniéndolo a la vanguardia. Un proceso que ha tenido su piedra de toque en la gestión del cambio y que ha contado con la colaboración de un equipo con “entrega y pasión”, concluyó Gil.
Luca Urciouli, profesor del MIT y de ZLC, habló de la importancia del intercambio avanzado de datos en la cadena de suministros tanto entre empresas como entre estas y la administración, y del enorme ahorro que supondría esa colaboración en esta materia, así como de la necesidad de que haya confianza entre los actores para que esa colaboración sea fructífera. Como ejemplo significativo señaló que, cada año, se procesas 20 millones de despachos de aduana, con el correspondiente volumen de datos que hay que manejar.
La jornada concluyó con una mesa redonda de idéntico título que la jornada, en la que participaron Luis Marceñido, vicepresidente de UNO y consejero delegado de Logiters; Fernando Acebrón, director del Área Industrial y Mercados de ANFAC; Juan Ramón Serrano, director de Métodos y Compras de Transporte en Gefco España; y Jesús Sánchez, director de la Unidad de E-commerce y Paquetería de Correos. A preguntas del moderador de este bloque, Ricardo J. Hernández, director de Cuadernos de Logística, y del público, señalaron las bondades y dificultades de la colaboración -sobre todo horizontal-, sus límites “no se puede colaborar con todos”, que es menor de lo deseable y posible, que ya hay modelos implantados y funcionando, que la confianza y transparencia son esenciales, que España no es diferente para lograr colaboración y que hay nichos, como el ferrocarril, que están muy lejos de conseguirla en gran medida.
