La publicación acumula más de 700 reacciones en LinkedIn, dando lugar a múltiples comentarios sobre su viabilidad y los retos que afronta una solución de este tipo.
La pasada semana, este medio de comunicación publicó al hilo de los contenedores perdidos frente a la costa portuguesa y cuya carga llegó al litoral gallego una noticia sobre una nueva solución inventada por el ingeniero español Carlos Freire. Su proyecto COBS consta de dos componentes que, instalados en los contenedores de mercancías, pretenden impedir su pérdida en el mar y posterior hundimiento, evitando accidentes marítimos y la contaminación del ecosistema: un win-win.
La publicación ha llegado a más de 180.000 personas y acumula más de 700 reacciones solo en LinkedIn, suscitando múltiples reflexiones entre los usuarios y algún intercambio de ideas. Entre ellas, Joan Forqués apunta a la necesidad de “incorporar luces al contenedor una vez está a flotando y/o emisión de señal en banda X, visibilidad en sistema AIS o similares”, algo que, como explican desde COBS, ya contempla el dispositivo, pues permite que el contenedor sea visible en los sistemas de abordo y también mediante una luz de marcación.
En otro comentario, Daniel Serra pone de manifiesto uno de los grandes retos a los que se enfrenta este proyecto: si las navieras “no gastan en tapar agujeros, ¿van a gastar en esto?”, pregunta de manera retórica. La recogida de los contenedores es otra de las cuestiones que generan curiosidad entre la audiencia. Desde COBS explican que “el Maritime Safety Committee (MSC) en sus últimos outputs llama a que los contenedores sean rescatados” y que ya “existen empresas que se dedican a estos menesteres.”
Aunque desde la compañía consideran que esto no es tarea fácil, estiman que el resultado de no hacerlo y que acaben en el fondo del mar o tener que recoger el problema en nuestras costas, es algo “mucho peor”.
Contenedores perdidos: ¿de quién es la mercancía a la deriva?
El debate también se ha formulado en torno a la propiedad de las mercancías perdidas: “Una vez que un contenedor cae al agua, la propiedad es del que lo encuentra. ¿Para qué van a poner airbags? ¿Para que lo vean mejor los piratas?” escribe Alfons González.
Si bien no es del todo cierto que la propiedad legítima del contenedor y su contenido sea de quien lo encuentra, la propuesta de COBS pretende evitar estas posibles situaciones, manteniendo en todo momento localizado el container perdido.
Entre las múltiples reacciones dedicadas a la noticia sobre esta solución de “airbag” para contenedores publicada la semana pasada predominan las positivas, sin embargo, hay algunas notas discordantes, que ponen en duda la viabilidad de este proyecto debido los costes y su puesta en marcha.
COBS nació en 2020 como una idea y poco a poco, su creador, Carlos Freire, la va materializando. Tras pasar por diferentes estadios, como la fase idea y diferentes pruebas de concepto que validaron la solución, COBS se encuentra en un momento clave donde el siguiente paso será someter a esta solución a una prueba piloto en un entorno real.
Freire cuenta a C de Comunicación que, llegados a este punto, el proyecto necesita de la implicación de players relevantes y de peso que empujen esta solución para llegar a materializarse debido a la complejidad y tamaño del sector.
A pesar de dificultad que un proyecto de estas magnitudes entraña, la necesidad de afrontar esta problemática queda patente en los comentarios de la audiencia, que ve este proyecto como algo necesario.
“(…) ¿Lo peor? Ya dio a conocer el proyecto hace unos años. Y hay que esperar a que un barco, que pierde algunos contenedores “cerca” de la costa avise del suceso a las autoridades competentes (o no…) y el resto ya lo repiten todos los días… para que salte a la palestra. Lástima que COBS no se haya instalado en el mundo entero. Pero lo estará, pronto, hazme caso!”, concluye Pedro Quiroga en respuesta al artículo anteriormente mencionado.