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Pérdidas totales de buques
Pérdidas totales de buques de más de 100 toneladas brutas, en 2022, por regiones mundiales.

La pérdida total de buques de transporte alcanzó un mínimo histórico en 2022

Por C de Comunicación
Pese a ello el año pasado se perdieron 38 grandes buques en todo el mundo. La región del Mar de China Meridional registró el mayor número de pérdidas totales y las Islas Británicas el mayor número de incidentes marítimos.

Durante 2022 se registró un mínimo histórico en la pérdida total de grandes buques. Un dato positivo en un sector, el del transporte marítimo, que mueve alrededor del 90% del comercio mundial.

Al mismo tiempo, las cargas peligrosas se transportan en buques cada vez más grandes. Así, la capacidad de transporte de contenedores se ha duplicado en los últimos 20 años. Los 10 mayores operadores de contenedores tienen encargados más de 400 buques nuevos. La mayoría serán más grandes que los buques a los que sustituyen.

En este escenario, las mejoras en seguridad han sido significativas en la última década. Se han registrado un número récord mínimo de grandes buques perdidos en el último año. Sin embargo, el sector todavía tiene muchos obstáculos que sortear los próximos meses como la combinación de factores que afecta al riesgo de incendio. Las nuevas amenazas externas son el efecto dominó del conflicto de Ucrania, los desafíos de la descarbonización, la incertidumbre económica y el creciente coste de las reclamaciones marítimas. Tal y como se refleja en el informe Safety & Shipping Review 2023 de la aseguradora Allianz Global Corporate & Specialty SE’s (AGCS).

Cada año, AGCS analiza las pérdidas y siniestros marítimos notificados que afectan a buques de más de 100 toneladas brutas. Durante 2022, se notificaron 38 pérdidas totales de buques en todo el mundo, frente a las 59 del año anterior. Esto representa un descenso del 65% en las pérdidas anuales en 10 años (109 en 2013). Hace treinta años, la flota mundial perdía más de 200 buques al año.

Pérdida total de buques en la última década

Según el informe, en la última década se han producido más de 800 pérdidas totales (807). La región marítima del sur de China, Indochina, Indonesia y Filipinas es el punto caliente de pérdidas globales, tanto en el último año como en la última década (204 pérdidas totales). Fue responsable de uno de cada cinco siniestros en 2022 (10), debido a factores como los elevados niveles de comercio, la congestión de los puertos, la antigüedad de las flotas y las condiciones meteorológicas extremas.

Pérdida total de buques de más de 100 toneladas en la última década, por regiones mundiales.

El Golfo Arábigo, las Islas Británicas y las aguas del Mediterráneo occidental fueron los segundos lugares con más pérdidas (3). Alrededor de una cuarta parte de los buques perdidos en 2022 eran de carga (10). El naufragio (hundimiento/sumersión) fue la principal causa de pérdida total en todos los tipos de buques (20), con más del 50%. El incendio/explosión fue la segunda causa de siniestro (8), y la colisión de buques ocupa el tercer lugar (4).

Aunque las pérdidas totales disminuyeron el año pasado, el número de siniestros o incidentes marítimos notificados se mantuvo constante (3.032 en 2022 frente a 3.000 en 2021). Las Islas Británicas registraron el mayor número (679). Los daños o averías en la maquinaria representaron cerca de la mitad de todos los incidentes a nivel mundial (1.478). Asimismo, en 2022 se registraron más de 200 incendios (209), la cifra más alta en una década.

Riesgos de incendio en el casco y la carga como causas de la pérdida total de buques

Varios factores están aumentando el riesgo de incendios en el mar y en tierra. La descarbonización está dando lugar al transporte de nuevos tipos de carga en los buques, como vehículos eléctricos y mercancías alimentadas por baterías. Las baterías de iones de litio (Li-ion), potencialmente muy inflamables, suponen un riesgo creciente para el transporte marítimo de contenedores y automóviles. Se prevé que este mercado de baterías crezca más de un 30% anual durante la próxima década.

La mayoría de los buques carecen de las capacidades de protección, detección y extinción adecuadas para hacer frente a este tipo de incendios. La atención debe centrarse tanto en medidas preventivas como en planes de emergencia que ayuden a mitigar este peligro.

En consecuencia, el impacto de los incendios se amplifica, lo que puede dar lugar a pérdidas más graves. El fuego es ya una de las causas más frecuentes de pérdidas totales en todos los tipos de buques. En total, 64 buques perdidos sólo en los últimos cinco años. Mientras tanto, el análisis de AGCS de cerca de 250.000 siniestros marítimos muestra que el fuego fue también la causa más cara de siniestro.

No declarar, documentar y embalar correctamente una carga peligrosa puede contribuir a que se produzcan incendios o dificultar las labores de extinción. Etiquetar una carga como peligrosa es más caro. Por eso, algunas empresas intentan eludirlo.

Varias navieras grandes de contenedores han recurrido a la tecnología para solucionar este problema. Utilizan programas informáticos de control de la carga para detectar reservas sospechosas y detalles de la carga, mientras que los grandes operadores de contenedores están imponiendo sanciones.

Descarbonización y nuevos combustibles

El transporte marítimo contribuye anualmente en torno al 3% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y se ha comprometido a cumplir estrictos objetivos para reducirlas. El ritmo y el progreso de sus esfuerzos dependen de los avances tecnológicos, la adopción de combustibles energéticamente eficientes, la normativa y las fuerzas del mercado. Las compañías navieras y los operadores de carga ya están cambiando a buques propulsados por gas natural licuado y están utilizando y probando combustibles alternativos. Se trata de biocombustibles, metanol, amoníaco e hidrógeno, así como buques totalmente eléctricos propulsados por energía solar y baterías, sistemas de propulsión asistidos por viento, hélices más eficientes y diseños de proa.

La transición hacia un transporte marítimo basado en el carbono implicará un período exigente de cambio y una inversión significativa de alrededor de 1,4 billones de dólares. Es probable que exista una mezcla de combustibles durante los próximos cinco a diez años, lo que plantea retos a armadores, operadores y puertos. Desde el punto de vista de las pérdidas, el sector aún no ha sufrido grandes siniestros derivados de tecnologías o combustibles alternativos. Sin embargo, a medida que se introduzcan a gran escala, es posible que surjan más problemas.

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