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La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el primer ministro británico, Rishi Sunak, en su reunión el pasado lunes.

La UE y Reino Unido dan un respiro a la logística en la frontera de Irlanda

Por C de Comunicación
La Unión y el Reino Unido llegan a un acuerdo para cumplir con el Protocolo que regula la entrada y salida de bienes en Irlanda del Norte como consecuencia del Brexit.

El pasado lunes, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el primer ministro británico, Rishi Sunak, anunciaron la adopción de un acuerdo para cumplir con el Protocolo sobre Irlanda e Irlanda del Norte denominado “Marco de Windsor”. Entre las tres líneas principales del acuerdo -de carácter más flexible que el Protocolo-, se encuentran la creación de dos vías de entrada de bienes a Irlanda del Norte, que quedan reguladas según su destino final.

Un protocolo para mantener la paz

El Protocolo, que entró en vigor el 1 de enero de 2021 tras la salida del Reino Unido de la Unión Europea, establecía claras líneas de actuación en materia aduanera sobre los bienes que entraban a Irlanda del Norte procedentes de Reino Unido. Cabe subrayar que el establecimiento de este protocolo está motivado por la especial situación que sufre el país colindante a Irlanda, que forma parte del Reino Unido y, a su vez, del mercado único europeo.

La finalidad de la normativa era evitar una frontera dura y proteger la cooperación entre las dos Irlandas, a la vez que preservar la integridad del mercado único de mercancías de la UE.

La idea de establecer una frontera física entre Irlanda e Irlanda del Norte no tenía cabida dentro del cumplimiento de la paz del Viernes Santo, que fue firmada en 1998 para poner fin a años de conflictos entre los países, estableciendo la libertad de tránsito entre las dos Irlandas. Así, el Protocolo transfirió esta frontera aduanera a la costa de Irlanda del Norte, donde los productos provenientes de Reino Unido debían ser sometidos a estrictos controles, en cumplimiento con la normativa del mercado europeo.

El incumplimiento sistemático de estas medidas por parte del Reino Unido, las quejas políticas de parte de ambos lados del archipiélago y también las reclamas de empresarios cuya actividad se ha visto gravemente afectada por las trabas burocráticas y económicas, ha llevado a la UE y a Reino Unido a “renegociar” algunos aspectos del Protocolo.

Las tres claves del “Marco de Windsor”

El acuerdo presentado el lunes se asienta sobre tres puntos clave que, por ahora, parecen convencer a ambas partes del pacto. En primer lugar, se establecen dos vías de entrada de bienes: una verde, en referencia a los bienes que no penetrarán en territorio UE y que, por lo tanto, cuentan con libertad de movimiento entre Irlanda del Norte y Reino Unido; y otra roja, referente a aquellos bienes que entran a Irlanda del Norte y cuyo destino final es la UE, que deberán seguir pasando los distintos controles requeridos por la Unión.

En segundo lugar, se ha modificado el Protocolo para que los futuros cambios de IVA e impuestos especiales realizados en Reino Unido se apliquen a Irlanda del Norte. Por último, el acuerdo enmarca el denominado “Freno de Stormont”, que otorga a la provincia una mayor soberanía sobre sus leyes.

La burocracia pone freno al desarrollo de la región

El Protocolo de Irlanda del Norte ha supuesto un freno al libre intercambio de mercancías en la región, afectando a empresas de los 3 países. Irlanda, país miembro de la UE, tiene una gran dependencia en cuanto a las importaciones de bienes intermedios de Reino Unido y las exportaciones hacia el mismo país.

A principios del año pasado, una encuesta realizada por Grant Thornton reveló que, en base a una mayor rigidez en la aplicación del Protocolo, un tercio de las pymes irlandesas comenzaron a tomar medidas para reducir sus exportaciones al Reino Unido. La razón principal: los tediosos procesos burocráticos que envuelven a estas prácticas.

La modificación paulatina de diferentes partes del Protocolo, establece un nuevo espacio legal en el que las empresas cuentan con algunas facilidades que no estaban previstas en la primera versión del mismo. A falta de la ratificación por parte de las autoridades de Irlanda del Norte y Reino Unido, parece que europeos y británicos están logrado apaciguar las tensiones que esta situación está causando en la frontera de Irlanda.

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