El rediseño del estadio, ya cerca de su remodelación completa, añade una serie de funcionalidades que exigen una estricta manutención de cargas y que ha supuesto un reto para su transporte y manipulación.
Las obras del estadio Santiago Bernabéu, en pleno corazón de Madrid, avanzan hacia su culminación, que sumará 4.000 nuevas plazas de aforo al coliseo del Real Madrid y una nueva cubierta retráctil. La reinauguración está prevista para finales de este 2023.
Pero esas no son las únicas novedades. En realidad, la mayor y casi invisible, será el hipogeo, un gran recinto de hormigón ubicado bajo un lateral del estadio que permitirá almacenar el nuevo terreno de juego en seis enormes bandejas, protegerlo de las inclemencias climatológicas cuando sea necesario, y celebrar en el estadio todo tipo de eventos, conciertos y conferencias durante todo el año sin interrumpir la actividad deportiva del Real Madrid en el estadio, ni producir daños en el césped que obliguen a una renovación continuada.
En este proyecto, que supone una compleja manutención del terreno de juego, la compañía Sarens se ha responsabilizado del transporte interno de dos vigas retráctiles para ese conjunto elemento singular del estadio. Entre otros retos ha sido necesario idear un nuevo método para izar y deslizar la losa superior del hipogeo de 650 toneladas y la bandeja número 6 de césped.
Manutención de 350 toneladas
Para esta tarea se han utilizado un conjunto de 16 gatos hidráulicos de trepa para elevar la losa de acero superior del hipogeo, con unas medidas de 115x13x1,5 metros, y posteriormente la sexta bandeja de césped, con peso de 350 toneladas. Y todas estas maniobras sin invadir, trabajar o ralentizar los trabajos que se realizaban en la construcción del hipogeo. Una vez levantadas ambas cargas a aproximadamente 1,5 m, se procedió al movimiento de la carga durante 15 metros por medio de ocho líneas de deslizamiento y sus correspondientes gatos de empuje horizontales.
Una de las tareas de manutención más complejas ha sido el traslado de dos vigas retráctiles de acero de 15×2,25 metros desde el exterior del estadio hasta la zona de obras. Para lograrlo se ha utilizado un Transporte Modular Autopropulsado (SPMT) y así facilitar la maniobra superando pendientes de hasta el 17,6%.
El nuevo hipogeo del estadio Santiago Bernabéu supone un importante avance tecnológico, al dividir el terreno de juego en seis bandejas longitudinales de aproximadamente 107×12 metros, que incluyen todos los sistemas necesarios para su mantenimiento, desde riego, calefacción o drenaje. Para facilitar el uso del estadio para otros fines sin dañar el césped, este sistema permite trasladar las seis bandejas a un gran invernadero bajo el estadio por medio de 12 carros automáticos y un sistema de elevación hidráulico, que posiciona las bandejas a diferentes alturas hasta una profundidad máxima de 24 metros.
