Más de 160 ejecutivos de compañías multinacionales rechazan la legislación propuesta por la UE para regular la IA, pues creen que podría perjudicar la competitividad del bloque.
Importantes líderes empresariales de Europa han expresado su preocupación y rechazo a la legislación propuesta por la Unión Europea sobre inteligencia artificial (IA), argumentando que podría perjudicar la competitividad del bloque y provocar una fuga de inversiones. En una carta abierta dirigida a los legisladores de la UE, más de 160 ejecutivos, incluyendo representantes de empresas como Siemens, Carrefour, Renault y Airbus, señalaron que las reglas propuestas van demasiado lejos al regular la IA generativa y los modelos fundamentales.
Los empresarios afirman que las restricciones propuestas podrían llevar a empresas innovadoras a trasladar sus actividades fuera de Europa debido a los altos costos de cumplimiento y los riesgos de responsabilidad desproporcionados.
Advierten que esto generaría una brecha crítica de productividad entre Europa y otras regiones, especialmente Estados Unidos. Los ejecutivos piden a los legisladores que revisen los términos del proyecto de ley y creen un órgano regulador de expertos que pueda adaptar continuamente los principios a los avances tecnológicos.
Colaboración internacional para lograr un equilibrio
Además, los líderes empresariales instan a los legisladores de la UE a colaborar con sus contrapartes estadounidenses para crear un campo de juego nivelado y establecer una regulación internacional coordinada. La falta de acción y la restricción excesiva de la regulación podrían perjudicar el prestigio internacional de Europa en el ámbito de la IA.
Expertos tecnológicos de todo el mundo llevan meses reclamando una mayor regulación de la IA a nivel internacional. Tanto Estados Unidos como China han presentado ya sendos planes para regular esta tecnología en su territorio.
Un primer paso
Las reglas de la UE, consideradas como las primeras normas legalmente vinculantes que abarcan diferentes áreas de la IA, buscan prohibir los sistemas de IA perjudiciales y establecer requisitos de transparencia para los sistemas existentes.
Sin embargo, aún existen áreas de mejora según algunos grupos comerciales, como Digital Europe, que ha afirmado que las normas son aceptables, pero pueden ser revisadas para impulsar la innovación en IA y hacer de Europa un centro competitivo en este campo.
