Francisco Aranda, presidente de UNO Logística, analiza para el área de Logística de C de Comunicación las consecuencias de la reducción de jornada que el Ministerio de Trabajo tiene en proyecto.
La propuesta de reducción de la jornada laboral planteada por el Ministerio de Trabajo amenaza con desestabilizar al sector empresarial en materia económica y laboral. Esta iniciativa, que contempla una reducción de la jornada laboral máxima legal sin reducción salarial y de forma progresiva a 38,5 horas para 2024 y a 37,5 horas para 2025, es del todo errática atendiendo al estado de nuestra economía, en la que la productividad sigue sin mostrar signos de crecimiento.
La implantación de esta medida se traduciría en un mayor incremento de los costes y con nuestras empresas fuertemente condicionadas por la inflación, las elevadas cotizaciones sociales, los mayores costes de financiación, y las inversiones que están realizando para integrar en sus planes de desarrollo estrategias de digitalización y sostenibilidad.
El Ministerio de Trabajo debería centrarse en la productividad
En un contexto como este, el objetivo prioritario del Gobierno debería ser mejorar nuestra debilitada productividad, ya que, tal y como revelan distintos análisis económicos, el PIB nominal por hora trabajada en España en 2022 era un 76% del valor registrado en la zona euro, una brecha que apenas se ha reducido en los últimos 20 años (recordemos que en el 2.000 esa cifra era del 74%).
Aprobar por decreto una reducción de la jornada laboral, sin estudiar de manera independiente cada sector y cada caso, supone un nuevo golpe al diálogo social y a la propia negociación colectiva de los diferentes sectores y territorios, aumentaría aún más nuestra elevada tasa de paro y supondría un nuevo escollo a la hora de incrementar los salarios, en un país que cuenta con la mayor tasa de paro de Europa.
La experiencia empírica nos demuestra que recortar la jornada laboral por decreto, sin incrementar previamente la productividad eleva automáticamente el coste laboral y la consecuencia inmediata es la reducción del empleo.
A nuestro juicio, el Ministerio de Trabajo debería centrarse en reducir el insoportable nivel de absentismo que estamos padeciendo las empresas y en facilitar el acceso de los desempleados al mundo laboral.
Francisco Aranda Manzano, presidente de UNO, Organización Empresarial de Logística y Transporte de España.