¿Es sostenible seguir usando papel en el transporte? El eCMR plantea un cambio necesario en el modelo de gestión de la carga que enfrenta, a su vez, diferentes retos, como la gestión del cambio o la falta de armonización entre las soluciones. El área Logística de C de Comunicación entrevista a Óscar López Tresgallo, director general de FIELDEAS, para conocer más en profundidad una solución que, a pesar de su baja implementación por el momento, ha venido para quedarse.
P: ¿En qué punto se encuentra la adopción del eCMR en el sector del transporte en España?
R: A día de hoy, el grado de penetración del eCMR es muy bajo, no llega ni siquiera al 6%. Esto ha quedado reflejado en el estudio que lideramos junto con el CEL, Transprime y ASTIC, que colaboraron en esta iniciativa. El estudio buscaba hacer una radiografía exacta de la situación actual del sector, y aunque teníamos claros indicios de cuál sería el resultado, estos se han cumplido de forma contundente.
El sector está en un proceso de transformación, con cambios técnicos y regulatorios que se han desarrollado en los últimos años, pero aún no ha interiorizado ni abrazado esta evolución. No ha habido suficiente empuje. A pesar de que el eCMR promete numerosos beneficios dentro de la cadena de suministro, sigue habiendo una resistencia a su adopción.
P: ¿Qué papel juega la falta de conocimiento sobre el eCMR en la adopción de la solución?
R: En el estudio también profundizamos en las razones detrás de esta baja penetración, y encontramos varios factores clave. Por un lado, hay una falta de conocimiento general en el sector sobre las regulaciones, los requerimientos y, sobre todo, los beneficios del eCMR . Es fundamental trasladar de forma clara, concreta y respaldada por números, cuáles son esos beneficios y el valor que aporta implementar esta herramienta.
Por otro lado, la incertidumbre regulatoria es un elemento crítico. Aunque en España el documento electrónico es 100% legal y contamos con una de las regulaciones más avanzadas, aún existe un escenario de incertidumbre sobre la obligatoriedad. Esto está vinculado a dos posibles marcos regulatorios: el reglamento EFTI y la Ley de Movilidad Sostenible. El problema es que esta última aún está en proceso de tramitación, sin fechas claras de aprobación ni de obligatoriedad del uso del documento electrónico de transporte.
Esta incertidumbre está provocando que muchas empresas esperen a que la normativa sea firme para avanzar con total seguridad. Sin embargo, nuestra perspectiva es que, incluso sin obligatoriedad, hay suficientes razones económicas, de sostenibilidad y de eficiencia para impulsar esta transformación.
P: ¿Qué diferencia a la solución de eCMR de FIELDEAS de otras disponibles en el mercado?
R: Más que compararnos con otras soluciones, nos gusta destacar los aspectos que hemos priorizado desde el inicio. Nuestra solución se basa en dos pilares fundamentales: la garantía jurídica y la flexibilidad.
En cuanto a la garantía jurídica, desde el principio apostamos por procedimientos de firma digital avanzada. Esto garantiza que el documento no solo es válido para el transporte, sino también para cualquier marco jurídico general. Además, la regulación española ha consolidado esta apuesta, ya que establece que las firmas aplicadas deben estar asociadas al usuario, realizadas con medios bajo su control, y que el contenido del documento no pueda ser alterado sin invalidar la firma. Esto encaja perfectamente con nuestra solución desde el primer momento.
En cuanto a la flexibilidad, entendemos la complejidad de la cadena de suministro y sabemos que no se puede abordar con una solución monolítica. Por eso ofrecemos múltiples canales y mecanismos de firma, como la biométrica, la certificada digitalmente y la OTP, que permiten cubrir cualquier escenario operativo, desde entregas en puerta cerrada hasta situaciones en las que el destinatario no puede firmar.
Esta flexibilidad nos permite adaptarnos a la realidad del mercado y asegurar que nuestra solución sea práctica y aplicable en cualquier situación.
P: Según el último estudio elaborado conjuntamente con el CEL sobre la implantación del eCMR, el 42,81% de las empresas que la han adoptado son cargadores. ¿Cuál es el papel de este tipo de compañías en la adopción de esta solución?
R: Aunque la regulación permite que tanto los cargadores como los transportistas puedan generar el documento de forma indiferente, creemos que el cargador tiene un papel fundamental en este proceso. Es quien expide la mercancía y tiene una visión más detallada en tiempo real de las operaciones.
Además, dado que el eCMR permite automatizar ciertos procesos, entendemos que el cargador es quien puede liderar esta transformación para maximizar los beneficios, no solo para ellos, sino también para los transportistas y destinatarios. Sin embargo, esta es nuestra perspectiva general, y no necesariamente aplica en todos los casos. Los escenarios logísticos son muy variados y pueden requerir enfoques diferentes.
P: ¿Cómo abordáis el reto de la falta de armonización internacional en el uso del ECMR?
R: Este reto se enfrenta con trabajo y dedicación. Es cierto que la falta de armonización es un problema, pero vemos que cada vez hay más tendencias hacia la estandarización. Por ejemplo, España tiene una regulación muy detallada, e Italia, que históricamente ha ido más rezagada, ha adoptado recientemente una normativa que es prácticamente una réplica de la española.
Sin embargo, esto no ocurre en todos los casos. Cada país tiene sus particularidades, y nosotros trabajamos para garantizar que nuestros clientes puedan operar con seguridad en cualquier territorio. Esto implica un conocimiento profundo de las regulaciones locales y el desarrollo de soluciones que eliminen incertidumbres y ofrezcan tranquilidad. Además, creemos que es fundamental educar al sector y dar visibilidad a las normativas existentes para fomentar la confianza en esta tecnología.
P: ¿Cuál es el periodo medio de retorno de inversión para vuestros clientes?
R: El eCMR es una solución que prácticamente se paga sola. El retorno de la inversión suele lograrse en dos o tres meses, principalmente porque la inversión inicial no es muy alta y los ahorros operativos son significativos.
En un análisis detallado del proceso de gestión de documentos en papel, encontramos que se puede ahorrar entre el 70% y el 80% de los costes, lo que equivale a entre 4 y 5 euros por documento. Estos ahorros se distribuyen entre los distintos actores de la cadena, pero el cargador, que emite el documento, es quien se beneficia más.
Además, hay otros factores que aceleran el retorno, como la automatización de procesos intracomunitarios, que permite recuperar el IVA casi en tiempo real. Cuando multiplicamos estos ahorros por miles de documentos al año, el impacto es enorme tanto en términos económicos como de sostenibilidad.
P: ¿Cuáles son las principales limitaciones tecnológicas que encuentran vuestros clientes al implementar el eCMR? ¿Cómo las enfrentan?
R: Bueno, realmente…creo que, volviendo un poco a lo que mencioné antes, desde nuestro punto de vista, los aspectos que rodean al eCMR no son especialmente tecnológicos. La tecnología ya está resuelta y preparada para que este proceso se lleve a cabo de manera sencilla e integrada en las operaciones de los clientes. Por eso, como decía antes, la inversión inicial no resulta especialmente significativa, y esto es un punto clave.
Ahora bien, cuando hablamos de tecnología, y teniendo en cuenta que llevamos muchos años en el ámbito de la digitalización del transporte, nos gusta enfocarnos no solo en la parte técnica, sino también en algo que no se puede pasar por alto: la gestión del cambio.
La gestión del cambio tiene diferentes perspectivas. Por un lado, está la gestión de los recursos internos de nuestra propia organización. Esto implica explicar claramente la iniciativa, formar a nuestro equipo y apoyarlos durante todo el proceso de cambio. Pero, además, estamos ante un escenario en el que intervienen múltiples actores, como proveedores, transportistas y colaboradores.
Por eso, también es fundamental diseñar una estrategia para gestionar el cambio con ellos. Es decir, debemos comunicar, formar, acompañar y explicarles los beneficios de integrarse en un modelo de gestión más avanzado y sencillo, que impacta positivamente a lo largo de toda la cadena.
Creemos que esta estrategia, que incluye comunicación, formación y acompañamiento, es clave. Desde FIELDEAS, apostamos no solo por desarrollar proyectos tecnológicos, sino por implementar una transformación completa que se apoye en una sólida estrategia de gestión del cambio. Esto es lo que realmente garantiza el éxito.
P: ¿Qué tipo de soporte o formación ofrecéis a las empresas para garantizar una implementación eficaz del eCMR?
R: Bueno, en línea con el ADN de la compañía, lo que ofrecemos en este tipo de situaciones es flexibilidad y experiencia. Dentro de ese enfoque, hay ocasiones en las que nuestros clientes nos piden que lideremos casi al 100% la gestión del cambio, y otras en las que se plantea un modelo más colaborativo.
En cualquier caso, siempre partimos de nuestra experiencia. Es decir, ya contamos con una metodología para llevar a cabo este tipo de procesos. Esa metodología se comparte con el cliente y, una vez compartida, no solo implica un conjunto de pasos, sino también materiales, formas de trabajo y soportes que estructuran todo el proceso.
Junto al cliente, acordamos cómo se van a repartir las responsabilidades dentro de ese proceso de gestión del cambio. Lo que nosotros, como compañía, debemos garantizar es que el cliente sea plenamente consciente de la importancia de este proceso. Sin una gestión adecuada del cambio, las probabilidades de éxito o el impacto de la implementación de cualquier iniciativa siempre estarán más limitadas.
En los proyectos de digitalización, es fundamental tener una estrategia de gestión del cambio muy clara y presente. No se trata solo de abordar el proyecto en sí, sino también de gestionar todos los aspectos asociados al cambio que conlleva. Nosotros acompañamos al cliente en esa estrategia según el nivel de involucramiento que ellos consideren necesario. En definitiva, estamos ahí para apoyar en todo lo relacionado con la gestión del cambio.
P: ¿Cómo aborda FIELDEAS las necesidades de estandarización en el sector? ¿Colaboráis con asociaciones u otros actores para generar estándares de integración?
R: Bueno, claro, este es uno de los elementos que quizá no hemos destacado anteriormente, pero también genera incertidumbre. Al principio mencionábamos la incertidumbre, y aquí aparece una que está a medio camino entre lo técnico y lo regulatorio: la falta de estandarización.
No me refiero solo a la parte regulatoria, sino también al aspecto técnico, como el intercambio de información, entre otros. Es un tema que, a día de hoy, no está del todo claro, y no sabemos exactamente qué dirección tomará en los próximos años. Actualmente no existe una iniciativa firme en este sentido.
Sin embargo, nosotros, como compañía y como plataforma, desde el primer momento hemos sido de los que hemos levantado la mano para decir: ‘Desde la perspectiva de FIELDEAS, estamos 100% abiertos a fomentar el intercambio, la transparencia y la coordinación con otras plataformas del mercado.’ Creemos firmemente que esto es beneficioso tanto para el sector como para el desarrollo de todo el proceso de digitalización.
Además, como un actor relevante en este ámbito, consideramos que tenemos la responsabilidad de estar abiertos y receptivos a un modelo de colaboración. Ya se están llevando a cabo conversaciones con otras plataformas —aunque no puedo entrar en demasiados detalles— para avanzar en una iniciativa que fomente la colaboración y una estandarización, aunque no sea algo estrictamente regulado por ahora.
P: ¿Qué impacto tiene la adopción del eCMR en la relación entre transportistas y clientes finales?
R: Yo creo que este modelo tiene muchísimos beneficios y aspectos positivos. En primer lugar, permite trabajar de una forma más estructurada, normalizando la gestión de la documentación. También conlleva un ahorro de costes muy significativo, especialmente en la gestión y en el retorno de información. Además, elimina procesos que actualmente no aportan ningún valor añadido y que pueden eliminarse fácilmente con un modelo de gestión digital de la documentación.
Este enfoque también automatiza procesos, agiliza aspectos clave, como el cobro por los trabajos realizados, y optimiza desde un punto de vista financiero. Estos son solo algunos de los muchos beneficios, y, desde la perspectiva del transportista, y de la relación entre cargador y transportista, creemos que hay un beneficio adicional que es superobvio: la transparencia.
Cuando las cosas están claras, registradas y verificables, se eliminan disputas de manera drástica. Esto ocurre porque la información no puede ser manipulada y todas las partes saben que es fiable. Además, en un entorno transparente y claro, no solo se optimizan procesos, sino que también se fortalecen las relaciones entre el cargador y su proveedor. Estas relaciones se vuelven más duraderas y beneficiosas para ambas partes.
Ahora bien, también existen retos. Uno de los mayores desafíos es pasar de un modelo basado en papel, que lo soporta todo —como todos sabemos—, a un modelo 100% digital. Este cambio implica una mayor transparencia para todas las partes involucradas. La información contenida en el documento digital debe ser firme, clave, no modificable, y debe seguir procedimientos claros.
Además, todo lo que deba ser visible en la cadena debe tener visibilidad completa y quedar reflejado en el documento. Creemos que este proceso de transformación digital plantea ese reto como el más relevante en la relación entre las partes. Sin embargo, enfrentarlo de forma adecuada es fundamental para aprovechar todos los beneficios del cambio.
P: Para terminar, nos gustaría saber cuáles son los principales beneficios que han percibido vuestros clientes tras implementar esta solución de digitalización.
R: En primer lugar, está la transparencia y visibilidad a lo largo de todo el proceso, que es un aspecto clave. También hay una mejora significativa en la calidad del servicio percibida por los clientes de nuestros clientes, es decir, los destinatarios de la mercancía. Estos manifiestan claramente esta mejora, lo que representa un valor enorme para las organizaciones.
Además, los ahorros económicos asociados a la gestión digital de la documentación son muy claros y medibles. Otro punto importante que nuestros clientes destacan es la garantía jurídica. Con un modelo de gestión digital, la documentación está disponible apenas un minuto después de que la mercancía ha sido entregada. Esto no solo optimiza la operativa, sino que también brinda soporte para procesos legales, auditorías internas, gestión tributaria e incluso para la facturación.
Desde una perspectiva financiera, este modelo permite anticipar facturas y mejorar el flujo de caja, lo cual es muy significativo para las empresas. Y hay un beneficio adicional que quizá no se pone siempre en primer plano, pero que es muy relevante: la sostenibilidad.
La digitalización elimina la necesidad de gestionar una enorme cantidad de documentos físicos. En España, hablamos de un volumen de aproximadamente 200 millones de documentos al año. Al eliminar estos elementos de la ecuación, reducimos el consumo de recursos naturales, lo cual es una responsabilidad que todos debemos asumir.