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La transformación logística se juega en dos frentes: escasez de talento y control del dato

Por Myriam BazoResponsable de contenidos del área de Logística

El congreso Life Logistics 2025 organizado por Hardis Group ha dejado claro que el sector se encuentra en un punto de inflexión. Tras el impulso a la Inteligencia Artificial y la automatización, el foco se traslada ahora hacia la gestión del talento humano y la gobernabilidad del dato como factores críticos para consolidar una transformación que parece ya imparable.

IA: de promesa abstracta a herramienta concreta

La IA ha dejado de ser una mera tendencia para convertirse en un aliado estratégico en los entornos logísticos. Lejos de reemplazar al trabajador, su papel se concibe como el de un facilitador que simplifica tareas, mejora la productividad y conserva el conocimiento tácito en las organizaciones. Así lo señaló Adrián Brcic, de Unigis, quien defendió la IA como una forma de “aumentar el trabajo de la persona” y ayudar a “retener el conocimiento que se pierde por la rotación de personal”.

Según datos de Google Cloud y McKinsey, aunque solo el 20% de las empresas logísticas han alcanzado un nivel alto de digitalización con IA, los beneficios son notables: hasta un 50% de reducción de costes y un 20% de aumento de ingresos. Las aplicaciones ya en marcha o en exploración abarcan desde la optimización de rutas y previsión de la demanda, hasta la gestión de carga y descarga o la mejora de la visibilidad en tiempo real.

Se impone un modelo de “inteligencia artificial aumentada”, donde el trabajador se convierte en una figura potenciada, capaz de tomar decisiones más eficaces con el apoyo de sistemas inteligentes diseñados en función de su comportamiento. No obstante, la implantación real sigue siendo baja: menos del 15% de los proyectos alcanzan el éxito, debido sobre todo a la falta de calidad en los datos. Como advirtió Brcic durante la segunda de las mesas redondas de la jornada: “si no hay buena data, ni empiecen”.

Automatización: ¿en qué punto está España?

Durante el congreso, uno de los invitados también puso el foco en el bajo grado de automatización en España y Portugal, donde apenas alcanza el 5%, frente a otros países europeos, como Alemania, donde ya se llega al 25%. Sin embargo, esta brecha se está cerrando rápidamente gracias a tecnologías más flexibles y asequibles como los robots móviles autónomos, que permiten implementar soluciones sin grandes inversiones iniciales ni compromisos a largo plazo.

Sébastien Colledani, de GXO, confirmó esta tendencia: “este año tenemos el doble de proyectos en España que en cualquier otro país del norte de Europa”. El cambio cultural y la creciente ilusión por la tecnología, tanto entre mandos como operarios, están acelerando la adopción. Además, la automatización comienza a percibirse como una respuesta directa a la escasez de personal y al absentismo, especialmente en tareas físicas poco cualificadas y de bajo valor añadido.

Talento humano: el verdadero cuello de botella

La tecnología está disponible, pero el gran reto sigue siendo el talento. La velocidad de implantación de herramientas digitales supera la capacidad del sector para formar y reciclar a sus profesionales. Rubén González (TESISQUARE) lo resumió con claridad: “el reto no es tecnológico, es humano”.

Se estima que un 40% de la fuerza laboral deberá adquirir nuevas competencias de aquí a 2030. La formación continua en el puesto de trabajo se posiciona como la solución más efectiva. Tal y como subrayó Alberto Salvador, de AutoStore: “nada gana a la formación en la empresa”. Para José María Toro (SQRUPS) esto requiere apoyo institucional, tanto en forma de legislación como de fondos, para que las empresas puedan mantener la productividad mientras forman a sus equipos.

En este nuevo entorno, las habilidades más valoradas no son solo técnicas, sino también humanas: adaptabilidad, empatía, escucha activa y curiosidad, fueron algunas de las cualidades nombradas por los expertos. Estas competencias no solo facilitan la integración de la tecnología, sino que refuerzan el papel del trabajador como eje central del cambio.

Gobernabilidad del dato: blindaje ante los riesgos de la IA

Aunque la ciberseguridad no fue el eje del congreso, sí se abordó una preocupación creciente: la gobernabilidad del dato. Edmundo Brito, de TDI, alertó sobre los riesgos de utilizar herramientas de IA externas que podrían exponer información sensible a terceros, incluso a la competencia. Para hacer frente a este riesgo, en su caso, la compañía francesa ha desarrollado una IA propia, alimentada con sus propios datos y operando en un entorno controlado.

Un futuro colaborativo, humano y tecnificado

Durante la jornada se hizo patente que el sector logístico avanza hacia un modelo donde la tecnología debe estar al servicio de las personas. Lejos de desplazar al trabajador, la IA y la automatización están llamadas a potenciar sus capacidades, aligerar tareas repetitivas y facilitar una toma de decisiones más rápida y acertada. La visión de futuro contempla una “internet física” donde las mercancías se muevan con la mínima intervención humana, pero siempre con el ser humano como supervisor inteligente del sistema.

El reto ahora es doble: acelerar la implantación tecnológica y, al mismo tiempo, formar y motivar al talento humano que hará posible esta transformación. La clave del éxito estará en diseñar tecnologías accesibles, flexibles y humanizadas, que conviertan al operario de hoy en el “trabajador aumentado” del mañana.

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