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Alcampo y Ocado ponen en marcha “La Colmena”, donde la IA lleva la batuta

Por Myriam BazoResponsable de contenidos del área de Logística
Brazos robóticos, AMRs y personas conviven en el centro de distribución más automatizado del grupo francés, que tiene el objetivo de entregar 280.000 pedidos online al mes desde estas instalaciones de última generación.

Apenas tres meses después de que el nuevo centro de distribución de Alcampo “echara a andar”, el sonido de los más de 100 AMRs de Ocado son la principal música de fondo que acompaña a los trabajadores de “La Colmena”, tal y como apoda a esta nueva plataforma el director de operaciones CFC del grupo francés en España, Santiago Nonzioli. Los pequeños robots móviles cuadrados se mueven con rapidez en un enjambre de metal donde, en cajas, se almacenan las 25.000 referencias que Alcampo ofrece a través de su canal online.

El nuevo centro de distribución cuenta con más de 300 empleados y 143 robots entre brazos robóticos con visión por computadora y robots móviles de carga, que en un futuro llegarán a los 1.000. Estas soluciones optimizan todo el proceso; desde la recepción de los productos hasta el picking para la elaboración de los pedidos y su carga en los camiones de reparto.

El centro, que tiene una extensión total de 26.000 m2, cuenta con más de 25.000 referencias de productos, incluyendo alimentación seca, productos frescos y de mercado. Del total de referencias, un 75% se corresponden con productos almacenados a temperatura ambiente, un 22% en frío positivo y un 3% en su cámara de congelados, que ocupa una pequeña parte de la superficie del almacén.

Robots que aprenden a base de IA

De los 30 brazos robóticos que se encuentran en las instalaciones de Alcampo en San Fernando de Henares, a las afueras de Madrid, 28 de ellos ya trabajan a pleno rendimiento y otros dos se encuentran en fase de aprendizaje. Estos robots de Ocado, que están anclados en sus posiciones, cuentan con cámaras integradas y están conectados a un sistema global de robots que tiene la compañía para que, gracias a la Inteligencia Artificial, los robots puedan aprender de otros en cualquier almacén del mundo.

De esta manera, y con la ayuda de un operario que puede controlarlos remotamente en caso de que hiciera falta, los brazos robóticos aprenden cómo coger los productos dependiendo de su forma. En cuanto al peso máximo que pueden asumir, Noziori nos comenta durante la visita que son capaces de gestionar hasta productos de dos kilos.

El trabajo de los AMRs y los brazos robóticos se complementa en algunos casos, ya que además de los operarios que preparan pedidos, estos robots también pueden hacerlo. La forma es muy sencilla, un robot móvil deja en un espacio cercano al brazo una caja de pedidos, mientras otro trae una cubeta con los productos necesarios.

El brazo robótico conoce y selecciona la cantidad exacta del producto que deberá poner en la bolsa del cliente. Siempre, lo más pesado, primero, para que quede colocado en la parte baja de la bolsa. Y lo más ligero en la parte superior, para que no sufra ningún daño durante su transporte.

El mantenimiento, esencial

“El mantenimiento de estas instalaciones es súper fino”, comenta el director de operaciones CFC de Alcampo. El nivel de automatización de la Colmena es tal, que se para la operativa dos horas al día para que los técnicos puedan realizar el correspondiente mantenimiento preventivo para que la actividad fluya durante los turnos de trabajo.

La complejidad de los sistemas, que combinan diferentes tipos de tecnologías -como la IA- y soluciones robóticas, hace que la revisión diaria sea imprescindible para comprobar que todo está en orden y, si hiciera falta, realizar cualquier ajuste necesario, ya que “cualquier pequeño cambio puede afectar a la operativa”, afirma Nonzioli.

Las claves de “La Colmena”

El nuevo centro de distribución funciona por ahora haciendo uso de sólo dos de sus módulos, mediante los que es capaz de preparar 4.000 pedidos al día. Las instalaciones están concebidas para operar en ter módulos adicionales -hasta llegar a un total de 5- que le permitirá a la compañía preparar 10.000 pedidos en 24 horas para servir a diferentes puntos de España.

La clave de este almacén que sirve al canal online de Alcampo es contar con menos referencias que el canal físico: de unas 90.000 que los clientes pueden encontrar en las tiendas, aquí se ofrecen 25.000, ajustadas a los hábitos de compra de estos consumidores.

Una vez las referencias llegan al almacén, se verifican varios aspectos -como las fechas de vencimiento o el lote de producto- para asegurar su calidad y trazabilidad y se cargan en las cubetas correspondientes a la espera de que esa tipología de producto sea requerida por el cliente. Pero no todas las referencias se almacenan de la misma forma. Por ejemplo, el vino se queda dentro de su embalaje original para evitar roturas, y productos como el pescado cuentan con otras cubetas adicionales para evitar que se produzca una contaminación cruzada. Además, todo el producto fresco entra y sale en el día.

De esta manera, los productos de menor rotación se almacenan en la parte baja de la Colmena, mientras los de mayor rotación quedan en la parte superior de la superficie de almacenamiento para que la cubeta tarde menos en llegar al AMR.

Cuando entran los pedidos online, automáticamente los robots móviles conocen a qué posición deben ir para recoger el producto necesario y llevarlo hasta la línea de preparación de pedidos. Durante nuestra visita, los robots se desplazan rápidamente por el entramado metálico, pasando unos a escasos milímetros de otros, pero sin que en ningún momento se frene la operativa, como si de una orquesta maravillosamente dirigida se tratara.

Así, una vez el robot ha llegado a la posición donde se encuentra el producto deseado, recoge la cubeta, que inserta en una cavidad cúbica y procede a transportarla hasta las inmediaciones del brazo móvil o el stand correspondiente para que un operario pueda preparar el pedido.

Los trabajadores del centro de distribución aguardan en sus posiciones de picking para preparar las órdenes. Los productos van apareciendo en la pantalla junto a la especificación de la cantidad necesaria para que sean introducidos en su respectiva bolsa de la nueva cubeta plástica. Cuando el operario ha procesado la orden, sólo tiene que pulsar el botón verde para que el sistema le dirija al siguiente producto que debe insertar.

De las cubetas a su casa

Una vez el pedido se completa, las cubetas se transportan hasta la zona de carga y salida. Una flota de 100 camiones híbridos y eléctricos y 110 repartidores que cubren la Comunidad de Madrid por el momento. En un futuro, Alcampo planea dar servicio desde esta plataforma a poblaciones que estén hasta a 300 kilómetros, lo que le permitirá cubrir incluso Aragón.

La Colmena puede trabajar hasta 22 horas al día, contando con las 2 de parada para su mantenimiento, lo que le permite que todos los pedidos procesados a través de su web estén listos para ser entregados en los diferentes turnos de envío a domicilio que tienen, que van desde las 7 de la mañana hasta las 10 de la noche.

Ocado: Un partner estratégico

Ocado nació como un supermercado online que vio en la automatización de sus almacenes una de sus principales ventajas competitivas. Preparar pedidos más rápidamente mientras optimiza su espacio de almacenamiento es una de las estrategias que sigue el grupo.

Tras el desarrollo e implementación de sus propias soluciones tecnológicas, a través de su división “Technology” ofrece a otras compañías su conocimiento en esta área. A través de su asociación con Alcampo, la compañía británica ha entrado en el mercado español.

Mientras la cadena francesa aporta el conocimiento del mercado y de los patrones de consumo, Ocado contribuye con su experiencia in-house y tecnológica, habiendo realizado la inversión en las soluciones robóticas. Además, la firma británica ha formado también a los trabajadores de la plataforma en otros de sus centros automatizados para que, una vez instaladas las soluciones, conocieran cómo trabajar con ellas. Una simbiosis perfecta que permite a ambas compañías aprovechar su potencial y hacer que la operativa sea más eficiente.

Digitalización y talento humano, conviven

A pesar de que este almacén es el más automatizado del grupo francés en España, su operativa no sería tan eficiente sin el equipo humano que hay tanto en planta como detrás de todos los sistemas de automatización con los que cuenta. En total, más de 300 empleados de Salvensen Logística y Eulen, más los empleados del servicio técnico de Ocado, dan continuidad y apoyo a todas las actividades que facilitan los robots. Demostrando, una vez más, que el futuro del sector logístico pasa por la convivencia inevitable entre humanos y tecnología.

*Artículo publicado en el Nº 79 de la revista Cuadernos de Logística, noviembre 2024.

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