El textil español está inmerso en un profundo cambio a raíz de la falta de suministros. En la actualidad, el 70 por ciento de las compañías especializadas en este sector han realizado cambios relevantes ante la crisis internacional que está viviendo la logística, transformando, en mayor o menor grado, su red.
Tal y como se desprende de los datos de la undécima edición del Barómetro Veepee-Modaes.es de Empresas de Moda en España, la pandemia supuso en 2020 un auténtico revés para la cadena de suministro de la industria de la moda, un hecho que en 2021 se ha visto agravado por el cierre de fábricas de Asia, el principal mercado proveedor.
A ello, en los últimos meses se han sumado nuevos condicionantes como la crisis mundial del transporte o el encarecimiento de las materias primas, que han llevado al mercado a revolucionar las bases sobre las que, hasta el momento, se asentaba su operativa.
Nadando aguas arriba
Mientras cientos de actividades centran sus esfuerzos en eliminar los cuellos de botella que miles de marcas están experimentando en múltiples puertos, la moda española ha decidido centrar la transformación de sus cadenas de suministro en el origen de las mismas.
Así, la decisión más tomada por estas firmas fue la de cambiar el origen de sus prendas. En concreto, un 38 por ciento admiten que, desde el estallido de la pandemia, han pasado a apostar por la relocalización.
Otra decisión adoptada fue reducir la oferta y, con ello, el tránsito de mercancías, además de llevar a cabo una renegociación global con sus proveedores y establecer nuevas condiciones en términos de plazos y pagos.
Finalmente, aunque en menor cantidad, 1 de cada 10 empresas han optado durante el último año y medio por reducir la envergadura de su red, minimizando el número de proveedores con que trabajan, en busca de una relación más estrecha con todos ellos.
Previsiones optimistas
Tras un 2020 difícil por la pandemia, y a pesar de afrontar cambios sin precedentes, la moda española se muestra optimista de cara a 2022, donde el 63 por ciento de las principales compañías de la moda confían en que la situación del mercado será buena, mientras que el 7 por ciento augura que será muy buena el próximo año.
En esta línea, el objetivo es volver a los niveles de negocio previos a la llegada del coronavirus a España. Así, la mayor parte de las firmas, con un 51 por ciento de la muestra, considera que en 2022 se podrá hablar de niveles de facturación similares a los de 2019.
Respecto a la evolución de sus exportaciones, las empresas del sector de la moda también se muestran optimistas, un 37 por ciento de ellas asegurado que estas aumentarán y otro 34 por ciento que ve probable incrementar sus ventas internacionales al finalizar 2021.
