En poco más de un año, las compañías sectoriales deberán incluir en su información corporativa anual cuál es el grado de sostenibilidad de sus actividades productivas. De acuerdo a la reciente regulación reglamentaria de la Unión Europea, todas las empresas que tengan una plantilla de más de 250 empleados, activos por valor de 20 millones de euros o un volumen de negocio de 40 millones, deberán someterse a esta modificación.
Así se puso de manifiesto durante la sesión sobre finanzas sostenibles del IV Congreso Nacional de CFOs, donde el socio de KPMG responsable de Alicante y Murcia, Miguel Ángel Paredes, explicó que “las empresas deberán presentar en sus informes corporativos la proporción de sus actividades consideradas como sostenibles”.
Concretamente, las compañías deberán recabar datos durante 2022 para informar sobre su alineamiento con la taxonomía de la Unión Europea en relación con tres indicadores financieros: volumen de negocio, gastos de capital (Capex) y gastos operativos (Opex).
Este requisito deriva directamente del reglamento comunitario 2020/852, que establece una taxonomía para definir lo que se entiende por actividad económica sostenible, afectando a todas las compañías a las que atañe la Directiva Europea de Información no financiera.
