De 916 a 600 millones de dólares. Esta es la nueva cantidad que Egipto pide a la compañía propietaria del Ever Given por los daños generados a finales del mes de marzo, cuando el portacontenedores paralizó la actividad del enclave durante un total de seis días.
Mientras la Autoridad del Canal de Suez mantiene confiscada la embarcación y los más de 18.000 contenedores, el UK Club, que representa a la empresa japonesa Shoei Kisen Kaisha, dueña del Ever Given, sigue manteniendo que esta cifra “no tiene fundamento”, ya que la Autoridad no ha proporcionado una justificación detallada de la multa.
Si bien el UK Club afirmó haber realizado una “oferta generosa y cuidadosamente considerada” el pasado 12 de abril, para Osama Rabie, jefe de la SCA del Canal de Suez la consideró insuficiente, procediendo a la retención del buque como aval para el posterior pago de la multa.
Mientras tanto, solo una parte de la tripulación del barco ha podido partir. La SCA ha negado retener a la tripulación en contra de su voluntad, pero ha insistido en que una tripulación mínima permanezca a bordo para gestionarla mientras esté incautada.
Egipto ha abierto una investigación formal sobre cómo se atascó el barco, pero no ha anunciado una fecha para sacar conclusiones.