La ola de frío ha paralizado buena parte del centro peninsular. Cinco días después del paso de Filomena, muchas calles de Madrid, Toledo y Guadalajara siguen heladas y, con ellas parte de su logística. Las repercusiones del temporal todavía tienen mucho que decir en el funcionamiento habitual del tejido industrial español y específicamente en el logístico, donde la patronal del sector asegura que la situación no volverá a la normalidad hasta la próxima semana.
Mientras muchos usuarios se preguntan cuándo podrán recibir los pedidos realizados antes de ‘la nevada del siglo’, el reparto comienza a acumular retrasos. Las previsiones de Francisco Aranda, presidente de UNO, apuntan que hasta el jueves o viernes de la semana próxima la distribución urbana de mercancías del comercio electrónico no estará totalmente normalizada.
Por su parte, Aranda afirma que todavía queda mucho por hacer, ya que “estamos lejos de poder trabajar al 100 por 100 de nuestra capacidad”, incluso después de que la logística y el transporte hayan tenido que hacer un “esfuerzo rápido de replanificación de sus redes para garantizar el suministro”.
Balance tras filomena
Si bien es verdad que todavía es demasiado pronto para evaluar el impacto real de Filomena sobre el sector logístico, lo cierto es que todas las empresas han notado sus efectos. Desde operadores y transportistas, hasta servicios de mensajería y paquetería, se han visto forzados a doblar sus esfuerzos para responder a la demanda de la sociedad en condiciones poco habituales.
Si bien la mayoría de las plataformas logísticas, así como los centros de carga, ya están desbloqueados gracias al trabajo de coordinación de las empresas de logística, la UME y el Ministerio de Transportes, lo cierto es que en el sector se han priorizado tres elementos, apunta UNO: la cadena de suministro de la vacuna, de los medicamentos y la alimentación.
Una semana para ‘normalizar’
Desde UNO, apuntan a que la clave para avanzar hacia la normalidad debe pasar por alcanzar la operatividad total de las plataformas logísticas, abrir las carreteras de acceso a camiones y tráileres y agilizar la limpieza de las calles.
Sólo cuando concluyan estas tres metas, la capilaridad de la distribución urbana volverá a ser lo que era y retomará la normalidad, una vez se gestione la acumulación de mercancías generada por el temporal.
