El crecimiento del comercio electrónico a un ritmo del 25 por 100 consigue que salten las alarmas en el Ayuntamiento de Barcelona. En este sentido, un 40 por 100 de las emisiones contaminantes son derivadas del reparto y la distribución urbana de mercancías (DUM) en la ciudad condal.
La solución que se plantea desde el gobierno municipal es “habilitar plataformas de distribución en determinados lugares de la ciudad”. El objetivo radica en la distribución de estas mercancías desde “estos puntos estratégicos” donde llegarían las furgonetas con mercancías de los grandes almacenes metropolitanos para que “los gestores de la plataforma urbana organicen la última milla”. La flota de reparto en estos lugares estratégicos se organizaría mediante vehículos eléctricos y bicicletas.
Desde el Ayuntamiento de Barcelona apuntan que bastaría con “crear unos 16 centros de distribución que utilizasen una flota de cero emisiones”. Con ello, “se podrían reducir más de la mitad de las emisiones generadas por los viajes de reparto de mercancías”. Conclusiones recabadas gracias a los datos del proyecto impulsado por el Ayuntamiento de Barcelona, en la que han participado Ferrovial y dos empresas tecnológicas, 300.000 km/s e Immense Simulations.
Además, en el estudio apuntan la necesidad de habilitar estas plataformas logísticas, “como la estación de França pero a lo grande, instaladas en aparcamientos subterráneos o en zonas logísticas de los mercados municipales”. Esta estación de França, es una microplataforma que sirve como ejemplo de lo que destacan en el estudio, “su pequeña escala no quiere decir que pueda ser replicable a lo grande en cualquier sitio”.
En este sentido, los espacios estratégicos ubicados en la ciudad de Barcelona “tendría capacidad para gestionar entre 2.500 y 4.000 paquetes y su área de influencia se calcula en unos 30 minutos como máximo a pie” asegura Pablo Martínez, cofundador de 300.000 km/s, una de las empresas colaboradoras en el proyecto. Desde esta pequeña compañía, recaban datos sobre toda la demanda de reparto tanto tradicional como de ecommerce, “calle por calle, prácticamente puerta por puerta” aseguran desde la compañía.
Por otro lado, los datos del estudio concluyen que, si “los grandes vehículos de reparto llegasen directamente a los centros de consolidación en la trama urbana cargados con 60 paquetes cada uno de ellos, se reducirían hasta un 55 por 100 los trayectos de entrada a la ciudad, que quedarían además concentrados en las principales vías de acceso”.
20 vehículos eléctricos, 20 triciclos y 20 bicicletas
En cuanto a la participación de Immense Simulations en el proyecto de movilidad, gracias a una traslación virtual han concluido que “las 3.587 entregas diarias que se realizan un día cualquiera en el barrio de Gràcia utilizando diez furgonetas diésel pasarían a hacerse con 20 vehículos eléctricos, 20 triciclos y 20 bicicletas”. De esta manera, se reducirían un 24 por 100 las emisiones contaminantes, “llegando al 53 por 100 si se optimizase al máximo la llegada de paquetes hasta el punto de distribución” aseguran desde la compañía de simulación virtual.
