La Asociación de Transporte Internacional de Carretera (ASTIC), se puso en contacto con la Association for de Danish road transport of goods (ITD) de Dinamarca, con la intención de elaborar un documento conjunto en el que España y Dinamarca figurasen como asociaciones a las que otros 12 países han respaldado por su labor contra la aplicación de la Directiva de los Trabajadores desplazados (96/71/EC) a los conductores de transporte internacional.
En ese documento conjunto se establece el “convencimiento de los firmantes de que sus conductores no son trabajadores desplazados cuando realizan su labor a lo largo de las carreteras europeas” y manifiestan que, por ese motivo, la Directiva de Desplazamiento de Trabajadores no debe aplicárseles puesto que está pensada “para sectores de otra tipología cuyos empleados no tienen la alta movilidad que caracteriza a los conductores de transporte internacional”.
En este sentido, ASTIC ha emitido un comunicado señalando que “los transportistas europeos pueden llegar a atravesar, en una sola jornada, tres y hasta cuatro fronteras de estados miembro de la Unión Europea, por lo que carece de lógica” el hecho de aplicar una normativa como lo es la DDT, que está diseñada para trabajadores que realizan labores durante periodos de meses o años en un Estado distinto al de origen del trabajador o del país en el que está contratado.
Con el objetivo de hacer llegar esta queja y convertirla en un documento conjunto, la ITD danesa y la ASTIC española, han conseguido el respaldo y la firma de otras 12 asociaciones de transporte por carretera como la de Portugal, República Checa, Irlanda, Holanda, Polonia, Letonia, Lituania, Bulgaria, Rumanía, Eslovaquia, Estonia y Hungría.
Según señalan estas 14 asociaciones, hay ocasiones y casos reales en los que, a través de leyes, como la Macron en Francia o la MiLog en Alemania, la directiva ha “producido una enorme carga burocratica y un caos normativo que coloca a las empresas y trabajadores extranjeros en una flagrante indefensión jurídica”.
La declaración conjunta alerta que se está fomentando el que las empresas acaben por afrontar la reducción de sus operaciones transfronterizas, o bien recurran a la subcontratación de “autónomos” en detrimento del trabajo de sus propios conductores asalariados.
Por estos motivos, ASTIC, y el resto de asociaciones firmantes, solicita que se excluya “expresamente al transporte por carretera de la Directiva europea sobre trabajadores desplazados”.
Por su parte, Ramón Valdivia, director general de ASTIC, ha declarado que “este tipo de actuaciones restringen de facto la libre circulación de personas y mercancías por los territorios de la Unión. Sin duda se pueden tildar de medidas proteccionistas que van en contra del espíritu de la UE. Cualquier traba que se le ponga al transporte internacional por carretera va contra los intereses de nuestras empresas afiliadas y, por tanto, contra los intereses de la economía española en su conjunto para la cual la actividad exportadora se ha convertido en un verdadero motor de crecimiento”.
