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¿Una regulación específica para los transportistas desplazados?

Tras el encuentro celebrado recientemente en Madrid entre la Asociación de Transporte Internacional por Carretera (ASTIC) y el eurodiputado español Luis de Grandes, miembro de la Comisión de Transporte en el Parlamento Europeo, la asociación de transportistas ha solicitado una regulación específica para los trabajadores desplazados, en el marco de una conversación que tenía como objetivo ahondar en las cuestiones sociales referentes al transporte internacional que subyacen del Paquete de Carretera.

En este sentido, ASTIC ha manifestado ser partidaria de excluir al transporte por carretera del ámbito de aplicación de la Directiva de Desplazamiento de Trabajadores, subrayando la necesidad de que esta no se aplique al sector del transporte internacional por carretera, ya que, como ha explicado en la reunión Marcos Basante, presidente de la Asociación, “no son trabajadores desplazados, sino que se desplazan por los países para poder entregar la mercancía y regresan al de origen”.

Basante ha asegurado que “las soluciones presentadas solo están creando caos e inseguridad jurídica, unido a un aumento de burocracia y costes asociados, ya que la Directiva no está pensada para su aplicación al sector del transporte por carretera”.

Por esta razón, ASTIC aboga por crear y consensuar una aplicación específica de la regulación para esta actividad, teniendo en cuenta su propia naturaleza de alta movilidad.

Con esta idea y continuando con su petición, Basante ha propuesto a De Grandes una alternativa que regule los costes sociales del transporte de mercancías vía Reglamento para toda Europa. En línea con el Tratado Roma I, el método se basaría en cuantificar el porcentaje del trabajo real al mes que emplea el conductor en otros países miembro, distintos a aquel en el que tiene su contrato laboral vigente.

Tal y como ha asegurado la Asociacion, las condiciones laborales a aplicar serían las correspondientes al país en el que mayor porcentaje de las cargas se hubiese contratado. La vigilancia de una regla de este tipo se haría de forma sencilla y efectiva y, tanto el conductor como la empresa, tendrían una normativa clara a la que adherirse para determinar el coste laboral cada mes. “Con la actual aplicación heterogénea de la DDT que hace cada país europeo de manera unilateral, las variables a manejar son excesivas, ya que hay multitud de salarios, aplicados de manera diferente en cada país y sobre unidades de tiempo muy cambiantes. Determinar las nóminas puede convertirse en un verdadero sudoku” ha declarado Marcos Basante.

En respuesta a su propuesta, el eurodiputado, con larga trayectoria en estas negociaciones de largo recorrido, ha urgido a la asociación a que “no deje pasar la oportunidad de dar impulso a esta iniciativa que busca armonizar y cohesionar” la normativa social relativa al sector del transporte por carretera en Europa.

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