Debido a los niveles de concentración de dióxido de nitrógeno y a las previsiones meteorológicas para el pasado fin de semana en Madrid, la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, y la delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, presentaron ayer, lunes 14 de marzo, el Plan de Calidad del Aire que incluye una treintena de medidas a implantar en los próximos años que afectan directamente al desarrollo de las actividades logísticas y de transporte en la capital.
Según han informado fuentes oficiales del Ayuntamiento, el consistorio prohibirá la circulación por Madrid a los vehículos más antiguos y a los clasificados por la DGT como no sostenibles, a partir del año 2025. La medida afectará a los modelos de gasolina anteriores al año 2000 y a los diésel matriculados antes de 2006, que además no podrán aparcar en la zona SER desde 2020.
Asimismo, el Consistorio informa de una posible fase de incentivos al desarrollo de tecnologías de recarga eléctrica durante los dos próximos años.
Restricciones también en Barcelona
Paralelamente, tal y como informaron la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), la Diputación de Barcelona y representantes locales, después de la cumbre sobre la calidad del aire celebrada en el Palacio de Pedralbes, en la Ciudad Condal, en 2019 se pondrá en marcha la propuesta ya aprobada en la que la provincia de Barcelona se compromete a reducir un 30 por 100 las emisiones vinculadas al tráfico en el plazo de 15 años.
Para conseguir reducir esas emisiones, se restringirá el tráfico de furgonetas que no hayan recibido la etiqueta de la DGT, matriculadas antes del 1 de octubre de 1994 en 40 municipios del entorno de Barcelona.
A pesar de que la regulación no se ejecutará hasta dentro de dos años, los vehículos no podrán circular por las carreteras de Barcelona en los periodos en los que se registre mayor contaminación a partir del 1 de diciembre de este año 2017.